sábado, 11 de enero de 2020

CRISTO: ¿QUE ES LA VERDAD?



Pilato le dijo: «¿Entonces tú eres rey». Jesús respondió:
 «Tú lo dices: yo soy rey. Para esto he nacido y he
venido al mundo: para dar testimonio de la verdad.
El que es de la verdad, escucha mi voz». 
 Pilato le preguntó: «¿Qué es la verdad?». Al decir
esto, salió nuevamente a donde estaban los judíos y les dijo:
«Yo no encuentro en él ningún motivo para condenarlo.
Jn 18, 37-38

Vivimos tiempos de cambios, donde nada de lo eterno queda en píe. Ese pasado radiante con sus grandes ejemplos en la vida familiar y sus grandes encíclicas y documentos de dignatarios de la Iglesia que fortalecían la doctrina de Cristo de dos mil años de existencia, se esfumaron.
Tiempos confusos, imprecisos, ambiguos, contemplamos y vivimos en la Iglesia de Cristo.
Es como si todo lo hecho, lo delineado dogmáticamente durante dos mil años se hubiera desactualizado, hubiese quedado fuera del mundo, porque quizás sea más productivo quedar bien con el mundo antes que con Cristo.
¿Cuál es la misión básica de la Iglesia?
¿Adecuarla al mundo, o generar el camino propicio en el orden natural para que todos conozcan a Cristo y logren la salvación?
La respuesta es obvia.
Mucha alteración se percibe, se vive desde mediados del siglo pasado, y sin entrar en lo dogmático, en lo profundo, se puede alentar un diagnostico locuaz desde la confrontación o adecuación al progresismo que adopta el mundo. 
Las modas se imponen y marcan tendencia, pero adecuarse a las mismas implica un riesgo, pues muchas de ellas no son veraces o están envueltas en errores causados.
Dentro de la cosmovisión  católica es evidente  que el concepto de la "Madre Tierra" no ostenta ningún viso de aceptabilidad, pues su inserción en el mundo fue instituido - como algo paradisíaco -por instituciones que precisamente no comulgan, ni aceptan, sino que por el contrario,  promueven el ocaso de la Iglesia Católica. 
Es imprescindible indagar sobre el origen de todas las cosas.
El informe Iron Montain promotor de Naciones Unidas dictamina que "la pobreza es tanto necesaria como deseable, que la vuelta a la esclavitud como institución puede ser conveniente, y que, generalmente, presupuestar el número óptimo de muertes anuales para que ocurran en las guerras constituyen un función legítima del gobierno". "Se plantea con claridad que si se persigue un mundo sin guerras, hay que encontrar un dispositivo que la reemplace".
Los conferencistas dijeron que sería factible – ahí el sucedáneo de las guerras - exagerar la amenaza ambiental e inclusive inventar una falsa, a falta de la verdadera, sin dejar un informe escrito,  Abraham, en su excelente obra, lo explica a fondo.
La verdadera meta de las élites secretas dice, “no es otra cosa que controlar los recursos naturales de todo el mundo.
El término "crecimiento sustentable" dice Abraham, es "la jerga de los iniciados para la desindustrialización Verde, la carterización global de las materias primas  y el control internacional de la economía mundial. Ya nos hemos referido al mismo término "estabilidad social"  con el significado de "mantener a la clase Baja en la pobreza y a la Alta para siempre en el poder”.
Ahora bien, desde la cosmovisión católica queda claro que el hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios y que no es una bestia más de la tierra como lo promueve la ONU (UNESCO) que disemina una ética mundial de valores relativos y ética universal de vida sostenible.
El calentamiento global, el que con su fracaso devino en el cambio climático sustentado por cuanto organismo internacional y ong sostenidas desde los conglomerados multinacionales y el fracaso de las energías renovables, pretenden pura y exclusivamente la drástica disminución de la población. Este es uno de los mecanismos idóneos, la imposibilidad de desarrollo científico y educativo de los países no desarrollados.
Miles de citas se pueden exponer, pero por la necesidad de síntesis estoy imposibilitado se hacerlo. 
Oportunamente expuse sobre la inconsistencia de Laudato Si y los antecedentes de uno de sus precursores, Hans Joachim Schellnhuber, asesor de la Reina de Inglaterra y promotor del aborto.
Ahora surge este Sínodo de la Amazonia que tiene infinitos detractores entre Cardenales, Obispos y Sacerdotes, quienes ven en el mismo, una licuación peligrosa de la sana doctrina, al tiempo que adecua su proceder – como en Laudato Si – a las usinas de poder mundial. Pero hay temas  esenciales en los dos milenios de la Iglesia, como el celibato el cual se intenta abolir.
Mons. Schneider, se ha expresado sobre el sincretismo y el paganismo:“son como venenos que entran en las venas del Cuerpo Místico de Cristo, la Iglesia. Como sucesor de los Apóstoles, encargado del cuidado del rebaño de Dios, no puedo permanecer en silencio ante la flagrante violación de la santa voluntad de Dios y las desastrosas consecuencias que tendrá sobre las almas individuales, la Iglesia en su conjunto, y de hecho la totalidad de raza humana. El 4 de octubre de 2019, en vísperas del Sínodo del Amazonas, se celebró una ceremonia religiosa en los Jardines del Vaticano, en presencia del Papa Francisco y de varios obispos y cardenales, que fue dirigida en parte por chamanes y en la que objetos simbólicos fueron usados; a saber, una escultura de madera de una mujer embarazada sin ropa. Estas representaciones son conocidas y pertenecen a los rituales indígenas de las tribus amazónicas, y específicamente al culto de la llamada Madre Tierra, la Pachamama. En los días siguientes, las figuras femeninas desnudas de madera también fueron veneradas en la Basílica de San Pedro frente a la Tumba de San Pedro. El Papa Francisco también saludó a dos obispos que llevaban el objeto Pachamama sobre sus hombros y lo procesaron en el Salón del Sínodo, donde fue colocado en un lugar de honor. Las estatuas de Pachamama también se exhibieron en la iglesia de Santa María en Traspontina”.
Otro de los desvaríos misteriosos es la incorporación del lenguaje inclusivo.
La Iglesia promueve el amor como legado máximo de Cristo, pero si éste no se apoya en la Verdad ese amor será chirrío, fofo, amorfo.
Y como la  verdad de la Iglesia es absoluta, al querer alagar al mundo, es viable que su destino sea  asolado por los extravíos.


                                                                                                                                     Roberto E. Franco
Este articulo fue escrito en oportunidad del Sínodo de la Amazonia


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