Por Redacción
Monsanto es hoy una mala palabra, e incluso ha desaparecido escondido detrás Bayer, dejando detrás una leyenda negra y cúmulo de demandas judiciales. Pero no hace mucho pisaba muy fuerte y parecía imparable, como lo es hoy la pandemia y el coronavirus. Al respecto, basado en parte en el denominado “informe Seralini”, al que pertenecen las fotografías de la portada, en el año 2012 el autor estadounidense radicado en Alemania William Engdahl, conocido de nuestros lectores y autor de numerosos libros, publicó uno con el título “Semillas de destrucción: la agenda oculta de la manipulación genética”.
En él expuso la enorme trama de corrupción y complicidad, que abarcaba la cuestión de los OMG, Organismos Geneticamente Modificados. Desde estados hasta empresas, pasando por universidades, altos funcionaros, científicos, revistas científicas, y divulgadores científicos, que afirmaban que tomar un vaso de glifosato era la más saludable del mundo.
Un ejemplo notable de esa complicidad se dio con el hecho de que la revista científica Food and Chemical Toxicology (FCT) que publicó en el 2012 el informe de Gilles-Eric Séralini et alt (Emilie Clair, Robin Mesnage, Steeve Gress, Nicolas Defarge, Manuela Malatesta, Didier Hennequin, y Joël Spiroux de Vendômois) titulado “Toxicidad a largo plazo del herbicida Roundup y un maíz modificado genéticamente tolerante al Roundup”, pocos meses después se retractó y bajo la publicación de su catálogo. Tras haber incorporado como “editor de biotecnología” a un ex empleado de Monsanto, puesto que FCT creó a esos efectos.
En esta nota Stripteasdelpoder publica una traducción del extracto del mencionado libro de Engdahl, confeccionado por el mismo autor, cuya lectura resulta muy actual en la presente pandemia del coronavirus. Donde aparecen parecidas situaciones y los mismos conspicuos personajes, como la Fundación Rockefeller y Billy Gates, inmersos ahora no en los negocios de los OMG, sino de los virus mutantes que supuestamente amenazan a la humanidad, y de las novedosas vacunas genéticas que se proponen para combatirlas, cuyos resultados a largo plazo se desconocen absolutamente. |
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