Es usual que Bergoglio reciba a toda clase de pecadores públicos que atentan sin ningún arrepentimiento contra los Mandamientos de la Ley de Dios, pero nunca para convertirles, sino como parte de una campaña propagandística con el fin de ningunear la gravedad del pecado, e ideada para llegar, con su escándalo, hasta los confines de la Tierra.
Recordemos a la pareja española formada por lesbiana/transexual, a una pareja de sodomitas, a eugenistas y banqueros de la élite globalista, políticos y actores (progay, eutanasia-aborto, divorcio, ideología de género…), a la hija (abortista que apoya a la iglesia de satán) de Clinton, a la cantante que defiende el canibalismo, Katy Perry… a directivos de los laboratorios de la `vacuna´... algunos de los cuales han utilizado el Vaticano como catapulta para propalar sus ideas anticatólicas, desde la meditación New Age hasta la Agenda antivida 2030 y el falsario cambio climático o la necesidad de recibir la vacuna que procede de un ser humano abortado.
Recordemos también que el humilde de Bergoglio se arrojó a los pies de políticos de Sudán del Sur para besarles los zapatos, o se exhibió arrodillado lavando los pies a musulmanes en Jueves Santo mientras se niega reiteradamente a hacerlo ante el Santísimo Sacramento, ni siquiera por Corpus Christi.
Además, se da el caso, de que varios protestantes o anglicanos han recibido el consejo del "papa" de seguir en sus errores cuando éstos habían expresado el deseo de hacerse católicos.
Por no hablar de la connivencia de Bergoglio con las agendas mundiales que buscan someter a la humanidad a la esclavitud tecnológica del pase sanitario que se convertirá, más pronto que tarde, en un pasaporte al Infierno, también conocido como la Marca de la Bestia.
Todo ello con el fin de avergonzar a los verdaderos católicos y arrastrar el oficio petrino por los suelos convirtiendo el Vaticano en una sucursal del demonio.
La última de estas citas en las que se difunde el indiferentismo religioso, siguiendo el rastro de Abu Dhabi, fue 15 de octubre con un tal "jeque Abdul Karim Paz" en audiencia privada. Pero lo más grave aquí es que se trata de un ex católico.
El verdadero nombre del supuesto jeque es Santiago Ricardo Paz Zuberbühler Bullrich. Un excatólico que dirige la mezquita chií At-Tauhid en el barrio de Floresta de Buenos Aires.
El "jeque" desciende de una familia aristocrática argentina y fue educado en el elitista Instituto "Católico" San Martín de Tours, lo que probablemente fue la razón por la que se hizo musulmán a los 18 años.
Paz es primo de Patricia Bullrich (ministra de Seguridad de Macri) y pariente cercano de Esteban Bullrich (ministro de Educación de Macri). Cuando Macri visitó el Vaticano, Francisco puso mala cara, como a Trump, a pesar de que Macri es católico pro Amoris-Laetitia.
en.news/María F
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