LOS OSCURANTISMOS DE LA ECONOMIA
¡EL DESEMPLEO NO ES EL PROBLEMA!
“El
desempleo no es un problema. Al contrario es un beneficio.
Es un objetivo, una meta buscada desde
hace siglos por nuestros
sabios, por las universidades
fidedignas, por nuestros hombres
inteligentes”
LOUIS EVEN
En
un mundo de contradicciones, la economía no escapa a este flagelo, por el cuál
la ceguera impuesta con cerrojo no deja ver las infinitas posibilidades de
salir de este escenario de miseria y pobreza injustificada.
Desde todos los ámbitos – aún la Iglesia inmiscuida
a fondo en temas sociales – se plantea el tema del desempleo como uno de los
problemas excluyentes de la vida económica y social.
Craso
error. Con este planteo desfasado a la época, no se hace más que ignorar el
esfuerzo de generaciones a través de miles de años para lograr un
enriquecimiento en las labores cotidianas a fin de alcanzar estándares de vida
superiores.
El
hombre – equilibrado en su vida interior - por naturaleza aspira a vivir del
tiempo libre, del ocio y de la contemplación que le permita admirar los misterios
de la Creación.
Pero
no, los sabuesos deseosos de someter la humanidad a la servidumbre, le crean
los antídotos necesarios para que viva descuidado de los fines esenciales y se
preocupe de las nimiedades que lo atosigan y le hagan perder el sentido de la
vida.
Así,
lento pero sin pausa se va logrando el objetivo de los precursores del nuevo
orden mundial.
Los
sabios milenarios que sacaron a la humanidad de la desesperanza y del hastío
lograron paulatinamente reemplazar el músculo humano por la máquina, la que con
el avance de los tiempos, inundó la superficie de la tierra de bienes para el
bien de la humanidad y no solo de algunos pocos.
Lo
maravilloso de este mundo, amén del la Creación provista por Dios, es el genio y los
descubrimiento del hombre – originados para lo bueno - que facilitan el buen
vivir.
¿Desde
ahora, los hombres pueden descansar!
Para
los neófitos que quieren acabar con el desempleo, lo único que les queda y no
lo saben o no se atreven a decirlo, es volver el tiempo atrás, aunque sus
objetivos tampoco serán logrados.
Como
lo analiza Louis Even “no se alegran del
paro. Se quejan de ello. Lloran sobre el progreso. Se lamentan porque las
máquinas trabajan en lugar de los hombres y aun dan más resultados, sin que
estemos cansados. El mundo entero delira el progreso, la máquina el descanso,
el paro”.
¿Entonces,
cuál es el problema de tanta miseria y pobreza?
El
problema no es el paro, el problema es la falta de dinero.
Es
simple:
Renta de la tierra = 20 De todas estas
retribuciones las únicas
PBI
= 100 Salario = 35 que se destinan a la
compra de los bienes
Beneficio =
20 producidos
son los 35 del salario y una
Interés = 25 parte de la renta de
la tierra 5
Por ello, si el valor de los
bienes finales para la venta fuera de 60, pues el resto del producto bruto
interno no es de bienes finales, sino de bienes de producción e intermedios, tendemos
que solo hay 40 pesos para comprarlos, y se produce que los almacenes se
abarrotan de mercaderías, y las familias no tiene el dinero suficiente para
comprarlas.
El salario, es para comprar los
productos de los brazos y de los cerebros: y el dividendo, para comprar los
productos de la máquina. Cuando el hombre trabaja con sus brazos recibe un
salario. Cuando la máquina es la que trabaja en lugar de los hombres todos los
hombres deberían recibir un dividendo. Los productos de los brazos se pagan con
salario, los productos de la máquina se pagan con dividendos.
El derecho a la vida y a la
subsistencia es un bien innato.
¿En tiempos tan dramáticos para
la humanidad no sería oportuno – desertando de lo que nos inculcan como
verdadero – incursionar en la abundancia que promueve el Crédito Social?
El dividendo del Crédito Social
es un ingreso que se distribuye a todos y no genera inflación porque está
compensado por la presencia suficiente de productos.
La filosofía del Crédito Social
es tan antigua como la existencia del hombre asociado, es la filosofía de la
asociación.
En síntesis, - tengo miedo de
decirlo – reemplaza al interés de los banco por los préstamos que otorgan para
compensar la falta de dinero que ellos mismos ocasionan.
Despertemos del letargo,
renunciemos a la servidumbre y busquemos un mundo mejor, usemos la tecnología
para el bien y el descanso del hombre y no querramos volver a un pasado, que
nunca fue de pleno empleo, pero sí de penurias y privaciones.
Roberto
E. Franco
Quo vadis ?, Docto deje simplemente que las elementales mentes que nos conducen se sigan preocupando por las fiestas carnestolendas, mientras en el resto del universo se discuten otras cuestiones preocupantes para el destino de la humanidad....y no precisamente en el drugstore organizado por Mac Cri, símil Davos de cartulina... Bien lo dijo el genial Diegote es un "cartonero"...
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