miércoles, 18 de enero de 2017

La Batalla final de Satanás contra la familia


Se amplía la división entre los obispos por Amoris Laetitia
Publicado en diversos medios -es particularmente significativa la reproducción del documento que realizó L’Osservatore Romano- los (dos) obispos de Malta han declarado que la interpretación de la nota 351 a pie de página del capítulo VIII de Amoris Laetitia autoriza a dar la comunión a divorciados que viven en nueva unión. Implícitamente, esto también autoriza a dar la absolución sin que medie propósito de enmienda.
¿Por qué, sobre qué fundamentos doctrinales, estos y muchos otros obispos han aceptado una doctrina que se opone en forma directa a las palabras de Cristo y al Magisterio irreformable?
El fundamento es simple: para los dos obispos malteses, Dios manda cosas imposibles de cumplir. Esta proposición está particular y enfáticamente condenada por el Concilio de Trento, que estableció con absoluta claridad la doctrina de Lutero en esta materia como herética.
-Si alguno dijere que los mandamientos de Dios son imposibles de guardar, aun para el hombre justificado y constituído bajo la gracia, sea anatema”.
Sexta Sesión, Canon 18 (Ver allí mismo otros puntos sobre la justificación).
Dios no manda lo imposible ni obliga a hacer lo que el hombre no tiene fuerzas para hacer, sino que se las provee por medio de la gracia. Tal vez le sea a unos más arduo que a otros alcanzar el estado permanente de gracia; tal vez sufran caídas y deban recomenzar. Para eso, la confesión. Pero no se puede absolver y devolver la gracia a quien no tiene intención de enmendarse de sus faltas ni las reconoce como tales.
Ahora, merced a una nota al pie de página de la farragosa exhortación apostólica de Francisco, llena de ambigüedades y contradicciones, muchos obispos, enseñan abiertamente a sus fieles y permiten a sus sacerdotes ir contra la doctrina y conferir ilícitamente una presunta absolución. Lo que naturalmente impulsa a otros a seguir en pecado, porque además de admitir esta falsa doctrina, los dos obispos recomiendan comulgar directamente a los fieles que “se sientan en paz con Dios”. Lutero no lo podría haber dicho mejor. Y el Concilio de Trento lo condena.
-“Si alguno dijere que el hombre es absuelto de sus pecados y justificado por el hecho de creer con certeza que está absuelto y justificado, o que nadie está verdaderamente justificado sino el que cree que está justificado, y que por esta sola fe se realiza la absolución y justificación, sea anatema”.
La exhortación sigue, pues, minando los puntos básicos de moral católica y natural que hasta Benedicto XVI se mantenían con firmeza en la enseñanza de los papas conciliares (si bien con bemoles).
El Card. Caffarra, uno de los firmantes de las “dubia”, ha dicho en declaraciones del año 2008 que cuando Juan Pablo II le encargó fundar y organizar el Instituto Pontificio para los Estudios del Matrimonio y la Familia, escribió a Sor Lucía, la vidente de Fátima, pidiendo oraciones con esa intención. La respuesta de la religiosa fue:
La batalla final entre el Señor y el reino de Satanás será acerca del matrimonio y de la familia. No teman, porque cualquiera que actúe a favor de la santidad del matrimonio y de la familia siempre será combatido y enfrentado en todas las formas, porque esta es la cuestión fundamental. Después concluyó: Sin embargo, Nuestra Señora ya ha aplastado su cabeza. (Voce di Padre Pío)
La beata Ana Catalina Emmerick dictó, asimismo, estas palabras sobre un tiempo de la Iglesia que no resulta difícil asimilar al actual.
“Tuve de nuevo la visión de la secta secreta socavando por todas partes la iglesia de San Pedro”.“Vi la iglesia de los apóstatas crecer grandemente. Vi las tinieblas que partían de ella, repartirse alrededor y vi muchas personas abandonar a la Iglesia legítima y dirigirse hacia la otra diciendo: Ahí todo es mas bonito, más natural y más ordenado” “Vi cosas deplorables: se jugaba, se bebía, se parloteaba, se seducía a las mujeres en la iglesia, en una palabra se cometían allí todo tipo de abominaciones” “Vi también en Alemania a eclesiásticos mundanos y protestantes iluminados manifestar deseos y formar un plan para la fusión de las confesiones religiosas y para la supresión de la autoridad papal. ¡… y este plan tenía, en Roma misma, a sus promotores entre los prelados!” Ellos construían una gran iglesia, extraña y extravagante; todo el mundo tenía que entrar en ella para unirse y poseer allí los mismos derechos; evangélicos, católicos, sectas de todo tipo: lo que debía ser una verdadera comunión de los profanos donde no habría más que un pastor y un rebaño. Tenía que haber también un Papa pero que no poseyera nada y fuera asalariado. Todo estaba preparado de antemano y muchas cosas estaban ya hechas: pero en el lugar del altar, no había más que desolación y abominación”.
La beata vidente no se equivocó. El golpe primero y reiterado fue a la Fe, ¿o acaso no están los diversos "Asís" descriptos en este relato? Luego se atacó la moral. Pero ante todo, se atacó la liturgia, el culto divino. "en el lugar del altar no había más que desolación y abominación".
Ciertamente, este punto de doctrina parece el disparador final de una crisis que podría llevar al cisma formal muy pronto. Sorprende que los eclesiásticos que resisten no hayan visto antes los demás problemas. Más sorprendente es comprobar que toda la discusión de hoy gira en torno a una nota al pie de páginaUna nota que Francisco dice no recordar

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