
| 16 enero, 2020
“El problema es realmente la falta de fe, y no se resuelve aceptando a sacerdotes casados”
(Il Giornale)- «El problema es realmente la falta de fe, y no se resuelve aceptando a sacerdotes casados. Basta con ver lo que sucede en la iglesia anglicana; la crisis en las otras iglesias es aún mayor que en la católica: el descenso de la fe es dramático. Esperemos que el papa Francisco destruya el documento final del sínodo sobre la Amazonia, pero las esperanzas son realmente pocas». Esta postura, bastante preocupada, es de monseñor Rob Mutsaerts, obispo auxiliar de s’Hertogenbosch, Holanda, que en esta entrevista a Il Giornale critica con fuerza el sínodo sobre la Amazonia, sosteniendo que ha «engañado a los fieles, ha representado una burla de la fe». La Iglesia, para el obispo holandés, «se está ocupando de algo que no tiene que ver con su misión, que es guiar a los fieles hacia Cristo».
Precisamente en los días en los que en el Vaticano el debate es de lo más candente por la intervención del papa emérito sobre la necesidad de mantener el celibato sacerdotal, publicado en un libro del cardenal Robert Sarah, el obispo holandés teme que Francisco acoja las propuestas de los padres sinodales, que le piden al papa reinante, en el documento final, que introduzca la ordenación sacerdotal de diáconos permanentes en la región amazónica.
¿El problema es de verdad el descenso en las vocaciones?
«El 80% de la población amazónica vive en las grandes ciudades, y el problema de la falta de sacerdotes no es distinto al que hay en otras zonas del mundo. El problema es realmente la falta de fe, y no se resuelve aceptando a sacerdotes casados. Basta con ver lo que sucede en la Iglesia anglicana, donde los sacerdotes casados son una práctica común; la crisis en las otras iglesias es aún mayor que en la católica: el descenso de la fe es dramático».
¿Por qué, entonces, una orientación como esta en el sínodo?
«Las palabras clave del documento final del sínodo no son Madre Tierra y ecosistema, sino viri probati, mujeres diácono y rito amazónico. Ha sido el cardenal Hummes el que ha empujado para obtener este resultado. Naturalmente, ahora los resultados no se limitarán a la región amazónica. Se ha abierto la caja de Pandora y habrá implicaciones para toda la Iglesia. Los obispos locales, empezando por Alemania, pedirán lo mismo. Ha sido un sínodo que ha engañado a los fieles, esta es la triste conclusión, una burla a nuestra gloriosa fe, una ruptura de la tradición».
Ahora, ¿qué sucederá?
«Esperemos que el papa Francisco destruya el documento final, pero las esperanzas son realmente pocas. ¡Señor, ten piedad!».
¿Qué opina de las conclusiones del sínodo sobre los sacerdotes casados?
«Ha sido un sínodo que ya estaba escrito, con un resultado que había sido determinado de antemano. Los 180 padres sinodales han sido elegidos con mucha atención por el papa Francisco, y quienes se oponían a las propuestas no fueron invitados. Lo único que han hecho todos los discursos sobre el medio ambiente, el cambio climático, la ecología y la Madre Terra es ocultar las propuestas finales: los sacerdotes casados y las mujeres diácono».
¿Qué esperaba usted del sínodo?
«El sínodo sobre la Amazonia no ha ofrecido soluciones claras, que es el objetivo final de los sínodos. Ha sido más bien una mezcla de confusión y controversias. No ha tenido nada que ver con la revelación, la redención o cualquier otra cosa lejanamente vinculada a lo que es fundamental en la enseñanza católica. Apenas se menciona a Jesús. Todo inició con el Instrumentum Laboris, que menciona a los pueblos religiosos y su visión del cosmos. ¿No deberíamos llevar a Cristo a la Amazonia? Parece más bien que el sínodo haya llevado la idolatría amazónica a Roma».
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¿Por qué está tan preocupado por la conclusión del sínodo?
«Porque nada ha sido como debería ser. Durante una rueda de prensa, el prefecto del dicasterio para la Comunicación, Paolo Ruffini, negó que los fieles se hubieran postrado delante de una estatua de madera, en presencia del papa. En cambio, hay un vídeo en la red que demuestra exactamente lo contrario: una docena de personas, entre ellas un fraile franciscano, que se inclinan hasta el suelo delante de una estatua de madera, mientras el papa mira. La estatua de madera, ¿representa a la diosa de la fertilidad, la Pachamama, o es una versión amazónica de la Virgen? El papa en persona la definió la estatua de la Pachamama, mientras que el Vaticano negó que representara un ídolo. En resumen, se ha tratado de un sínodo-burla a nuestra fe, una ruptura de la tradición cristiana».
Publicado por Serena Martini en Il Giornale.
Traducido por Verbum Caro para InfoVaticana.
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