
Este jueves por la mañana, agrupaciones autoconvocadas se presentaron en la estación «Entre Ríos – Rodolfo Walsh» para denunciar el carácter de «asesino terrorista» del referido escritor, autor intelectual en el atentado más sangriento de la década del ’70, perpetrado por la banda terrorista Montoneros en 1976.
Su rol en dicho atentado, tapado por el revisionismo histórico del kirchnerismo, acaba de ser acreditada y documentada con rigurosidad por el periodista Ceferino Reato en su reciente obra «Masacre en el Comedor».
Se colocaron carteles de «Rodolfo Walsh asesinó a 23 personas» y «en esta estación hay un asesino» en toda la estación de subte que Propuesta Republicana (PRO), en 2013, renombró con el nombre del prolífico terrorista, tras una votación en la Legislatura porteña de una ley propuesta por Gabriela Cerruti y acompañada por el oficialismo.
La acción busca apoyar el proyecto de ley presentado en la Legislatura porteña, que propone que el nombre de Rodolfo Walsh sea reemplazado por el de una de sus víctimas, una empleada de YPF y madre de 3 hijos, que ese día había asistido a almorzar con una amiga al comedor de una Superintendencia, sin saber que este había resuelto asesinar a todas las personas allí dentro. Su nombre era Josefina Melucci de Cepeda.
Los detalles del atentado montonero que más civiles mató
El 2 de julio de 1976, en efecto, un comando montonero a las órdenes de Rodolfo Walsh asesinó a 23 personas inocentes mediante una bomba «vietnamita» colocada en el comedor de la Superintendencia de Seguridad Federal, que dejó también 110 heridos y discapacitados.
Además de 7 kilos de trotyl, la bomba de Walsh contenía bolas de acero, clavos y otros elementos metálicos, para que salieran disparados como metralla y causaran la mayor cantidad de muertes y mutilaciones. Lo que quería el terrorista de Montoneros era mandar un brutal mensaje a la sociedad argentina.
De los 23 fallecidos, sólo 2 eran oficiales de policía. El resto ni siquiera pertenecían a la fuerza, como el encargado del comedor, el cajero, un mozo, un enfermero, un bombero, un repartidor de pan, y una empleada de YPF, que habían ido a almorzar al comedor de la Superintendencia.
Voces oficiales contra los guerrilleros en la Legislatura bonaerense
En el marco de la sesión conmemorativa por otro aniversario del golpe Civico-Militar, en el recinto de la Cámara de Diputados de la Legislatura bonaerense, se caldearon los ánimos cuando el legislador troskista Guillermo Kane acusó a los libertarios de «defender la dictadura» y de «aplastar a los trabajadores de las organizaciones sociales».
Kane apuntó directamente contra los tres diputados del bloque Avanza Libertad, Guillermo Castello, Contanza Moragues y Nahuel Sotelo. Este último, tomó la palabra para responderle no solo al diputado del Partido Obrero si no para apuntar contra la política pidiendo que la misma política se haga cargo.
Recordó que fue el Partido Justicialista (PJ) durante el Gobierno democrático de María Estela Martínez de Perón quien firmó el decreto de aniquilamiento a la subversión y además, recordó que Perón previamente había echado a un grupo de la plaza, haciendo alusión a Montoneros.
El radicalismo también fue aludido en la intervención de Sotelo: «El partido radical también debe hacerse cargo ya que, en el gobierno de facto, los radicales mantuvieron el control del 46 por ciento de las intendencias civiles en la provincia de Buenos Aires y más de 300 en todo el país».
La sesión venía siendo tranquila, hasta la oscura difamación del legislador troskista. Sotelo recordó que los militantes del Frente de Izquierda siguen utilizando la violencia para hacer política, como el reciente apedreo del edificio del Congreso, donde no solo hubo daños a las oficinas de varios senadores (incluida la de la vicepresidente) si no que también prendieron fuego a un policía y lastimaron a otros más.
El diputado además polemizó diciendo que «a muchos de los que llamaban jóvenes idealistas eran en realidad terroristas que secuestraban, torturaban y asesinaban personas». Sotelo, correctamente recordó que previo al Golpe de Estado un grupo de peronistas, comunistas y anarquistas cometieron actos de terrorismo en plena democracia.
Luego de su locución el presidente del bloque Juntos, el radical Maximiliano Abad, defendió a la UCR y también aprovechó para difamar a los libertarios: «Si algún sector político llego al poder a través de los golpes de estado, fue la derecha y ese es el partido de Sotelo».
Fuente:https://www.agencianova.com/nota.asp?n=2022_3_24&id=108640&id_tiponota=11
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