En el primer artículo, publicado anteriormente hacíamos referenca a la problemática de las grandes ciudades en América Latina, gracias a los trabajos de Walter Moore, en ésta oportunidad delineamos la problemática de ciudad intermedias como nuestro Gualeguaychú.
II. Naturaleza de una ciudad autosustentable
II. Naturaleza de una ciudad autosustentable
Analizada la
problemática de las grandes ciudades, trataré de incursionar en el estudio
específico del devenir histórico socioeconómico de Gualeguaychú y su
comportamiento. Es, sin dudas, el mismo que el de muchas ciudades con más de
100.000 habitantes de la
Argentina.
Su análisis abarca un
periodo prolongado de tiempo. Varias décadas son tenidas en cuenta
incursionando en distintas facetas del quehacer comunitario.
Para ello tenemos en
cuenta los desarrollos filosóficos y económicos de muchos pensadores que
aviesamente han sido silenciados por ser opuestos a los intereses pérfidos de la usura y del poder mundial.
Para comprender objetivamente que es lo que sucede en la vida comunitaria
es imprescindible indagar en lo la más profundo de la trama social.
Pese a que la globalización quiere destruir la trama social a efectos de
someter los seres humanos a una esclavitud sin fin, reiteramos en el gráfico
precedente cuales son las premisas básicas del hombre, la comunidad y la
familia.
El hombre, la familia y la comunidad constituyen una identidad profunda en
toda sociedad orgánica. Si el escenario es propicio – similar al del gráfico
precedente – la convivencia y el buen vivir se acrecientan y las falencias en
los distintos órdenes se miniminizan y pasan desapercibidas.
Las comunidades orgánicas tienen la ventaja de ser propicias para la
convivencia y la consubstanciación de la solidaridad y el bien común como vemos
en los gráficos siguientes
Lo esencial es el respeto al orden natural.
La subsidiariedad y el supletoriedad son dos miradas esenciales logradas en
este estado social.
Por el contrario en la sociedad inorgánica se produce un desequilibrio que
afecta la viabilidad armónica de todos los integrantes de la sociedad.
Si el escenario no es propicio se deteriora en la comunidad el orden
social, y las falencias de una sociedad inicua se hacen realidad.
Entrando en el ámbito específico de lo económico y social explicaremos la
gráfica siguiente:
La producción deviene de las actividades económicas, primaria (campos,
huertas, minería, etc.), industrial (procesos de transformación), comercial
(venta de productos terminados) y servicios (prestaciones inmateriales:
telefonía, salud, talleres, etc,).
La producción obtenida y liquidada se distribuye (proceso más intrincado de
la economía) entre las retribuciones de los factores productivos mencionados
anteriormente.
Los factores productivos que llevan a cabo las actividades económicas
definidas precedentemente, una vez lograda la producción, se distribuyen entre
sí lo elaborado. A la naturaleza le corresponde la renta, al trabajo el
salario, al capital el interés y el empresario el beneficio.
En el gráfico precedente se detalla con claridad las actividades
económicas, los agentes y factores productivos y la retribución de los mismos.
Es importante fijar que de la conjunción de agentes y factores productivos
a través de una función de producción surge el producto bruto interno, el cuál
luego es distribuido.
Es inadmisible que las comunidades no elaboren esta variable económica, a
partir de la cuál se pueden llevar a cabo todas las predicciones y proyecciones
posibles por el buen vivir de la comunidad.
Entre ellas, la eficaz posibilidad de emitir una moneda comunitaria que
supliría las falencias de la moneda oficial que aviesamente es manipulada por
los bancos.
Los economistas exhibidos al comienzo, humanistas y defensores de la
economía orgánica han luchado con ahínco en defensa de las monedas comunitarias
expresadas en relación al producto bruto interno. Pero claro, el imperialismo
internacional de la usura los silencia de los medios y las universidades y ante
la desidia de directores y docentes de dichos claustros de estudio, sigue esta
rueda de dominación.
No caben dudas que estas políticas económicas solidarias constituyen la
alternativa más elocuente para paliar la pobreza, de la cuál tanto se habla y
tan poco se hace.
Son la herramienta idónea para las universidades católicas, pues se adaptan
fielmente a la Doctrina Social de la Iglesia, y coadyuvan a la morigeración de
la pobreza desde distintos puntos de vista: economía humana, frugalidad en el
consumo, educación en la verdad, diversificación de actividades humanas
culturales, sociales y religiosas, y por último, educar para hacer fructificar
el bien.
¿Basta de capitalismo económico en las universidades católicas!
Muchas veces he propuesto el debate sobre estas realidades pero, oprimidos
con las anteojeras de lo económicamente correcto nadie acepta el desafío, y se
siguen dilapidando recursos en programas sin ningún tipo de significado.
En próximas presentaciones ahondaré sobre el estudio de la viabilidad e
infinitas virtudes de las monedas comunitarias.
Todo intento de suplir la carencia de moneda con cooperativas o mutuales
que operan con la misma moneda que nos oprime no es más que un intento falaz y
demostrativo de la ignorancia inserta en el tema de las finanzas, expuesto por
seudos economistas carentes de creatividad y motivados por la enseñanza
truncada de todas las universidades argentinas
En este punto es imprescindible hacer un paréntesis, afín de incursionar en
un tema que es omitido por ignorancia o
por malignidad por la pléyade de economistas del sistema, liberales y
marxistas.
En la distribución se produce una distorsión grave en lo que hace a la
retribución de los factores productivos.
Reitero, no he visto ni he leído en la Argentina un
economista – salvo Héctor Giuliano sobre deuda externa – que pueda
expresarse en los medios de comunicación si no está de acuerdo con este
engendro del imperialismo internacional de la usura.
La distorsión en lo que hace a la retribución de los factores productivos
está dada por el hecho delicado de la concentración de las actividades
económicas.
La globalización fue el incentivo ideado perversamente desde hace más de
cincuenta años.
Gualeguaychú, indudablemente es un ejemplo de esta problemática, pues
ninguna ciudad de ningún país puede escapar a este engendro tramposo orquestado
por el imperialismo internacional de la usura.
Desmenuzaré seguidamente las implicancias de la distribución del producto
bruto interno y el influjo perverso de las finanzas en todas las actividades
productivas.
Todos los datos exhibidos son llevados a cabo por investigaciones del
Centro Julio Irazusta Gualeguaychú sobre los residentes de la ciudad.
En el gráfico precedente se analizan someramente todos los pasos
correspondientes al proceso productivo: producción, distribución y consumo.
Todo ello está propagado por el hálito invisible de las finanzas.
En el gráfico siguiente observamos con claridad como la incidencia de las
finanzas y los beneficios de las grandes empresas influyen en el costo de
producción y por ende en el precio de venta.
La producción es llevada a cabo por las actividades económicas: primaria
(extracción), industrial (transformación), comercial (vender productos en el
mismo estado en que se adquieren) y servicios (prestaciones inmateriales).
Esa producción obtenida (en esta caso el producto bruto de los
residentes de Gualeguaychú), se distribuye entre los agentes de la
producción: trabajo (cuya retribución es el salario), empresario (cuya
retribución es el beneficio); y los factores de la producción: naturaleza (cuya
retribución es la renta) y el capital (cuya retribución es el interés).
Este proceso finaliza con el consumo
que está acotado a las familias que conviven en la comunidad.
Ese consumo se compone del salario, y una parte mínima de la renta de la
tierra. El beneficio del empresario como el interés del capital tiene otro
destino que no es precisamente el consumo.
Al mismo tiempo podemos afirmar que, como la masa salarial constante en 22
años, ha perdido representatividad en la distribución de un 49,2 % a un 33,7 %, se reduce
considerablemente por la vía económica pura, la adquisición de bienes y
servicios.
En este punto se observa un primer inconveniente que se agiganta día a día.
Si estos datos los maximizamos a una Nación (la comparación es válida), se
determina que cada vez hay menos dinero para adquirir los bienes
producidos.
Esto se ve agravado considerablemente por lo que consideramos consumo
exportado, es decir el consumo succionado por los emporios multinacionales que
absorben aproximadamente un 75 % de dichos ingresos.
Otro dato relevante es analizar la evolución del producto bruto interno en
un período de 23 años. Lo valores están a precios constantes, por lo que es
importante tener en cuenta la trascendencia del producto bruto interno
excluido, es decir aquel que sale del circuito comunitario.
En el gráfico siguiente se ajustan los valores del producto bruto interno
en base a la inflación determinada por índices propios.
En el gráfico siguiente se demuestra una nueva anomalía de lo dicho
anteriormente.
Otro dato
importante a tener en cuenta es la evolución de las actividades económicas en
un período de 30 años. En el total el número permanece constante. Hay una
fuerte caída de los comercios – 33,3 % - y un incremento de los servicios –
250% - en tanto que las industriad disminuyeron en un 40 %.
Para continuar con este análisis, es importante analizar una nueva
variable. El consumo anual en Gualeguaychú en relación al producto bruto
interno.
El consumo
anual tiene – en los años considerados – una importante participación, pero de
ese consumo la ayuda social representó:
2009
71,9 %
2010
60,0 %
2014
65,2 %
Estos
porcentajes son indicativos de una fuerte participación del Estado a fin de
subsanar el problema de la concentración del producto bruto en retribuciones que
no participan del consumo.
Al mismo
tiempo el porcentaje del producto bruto interno que es extraído del consumo es
el siguiente:
2009
57,9 %
2010
62,3 %
2014
60,9 %
En estas dos
tablas se observa claramente que con una distribución justa y equitativa, se
podría morigerar el problema de la pobreza y la equidad en la vida comunitaria.
Lo que el
Estado invierte en ayuda social – con endeudamiento externo - bien podría ser
derivado de las brutales ganancias del sector financiero.
Ayuda social/Interés
2009 153,0
2010 102,0
2014 119,6
En esto años
considerados, observamos que, salvo el año 2009 donde la ayuda social superó
considerablemente al interés, en los otros años considerados hay cierto
equilibrio entre la ayuda social –deuda externa – y el interés del capital.
Por ello, más que nunca es imprescindible valorar el Crédito Social y el Distributismo, entre otras variables, que generarían un enriquecimiento de las actividades comunitarias, al tiempo que la escasez de moneda dejaría de ser una realidad, y el endeudamiento en las cuevas financieras desaparecería.
Pero lo más
importante: es errónea e insostenible la
lucha utópica por el pleno empleo.
En primer
lugar porque la máquina reduce las actividades laborales y aprovechadas con
buen criterio mejoran el buen vivir de la comunidad.
Y en segundo lugar, por que hay infinidad de actividades comunitarias, llenas de significado para el hombre, pero que no se pueden llevar a cabo porque la moneda, manejada dictatorialmente, escasea causalmente.
Por ello, siguiendo el dictado de
Apéndice 1:
En cuatro
gráficos sucesivos detallaremos la evolución del producto bruto interno de los
residentes de Gualeguaychú, su incidencia en el ingreso de las familias y el
consumo emergente de esa situación.
Los años
analizados son 1991, 2009, 2010 y 2014.
En los
gráficos precedentes se observa sucesivamente, sobre todo, si se comparan 1991,
y 2014 – casi cuarto siglo – la manera en que la producción originada en es
extraída de la vida comunitaria, afectada a otros destinos totalmente discordantes
con el destino y distribución que deberían tener los bienes.
Nota: en la tercera nota presentaremos varias alternativas en vías de solución del problema más afligente en el mundo actual: el dinero y las finanzas
Mi ilustrado amigo, no se gaste tanto en analizar esta decadente sociedad que encabeza el descerebrado major, le falto analizar el nivel de putrefacción producto del no menos miserable festival carnestolendo que auspician los conspicuos seguidores del mutante gobernante...
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