Comenzaremos a publicar una serie de artículos sobre la vida económica y social
“DECIR
QUE UN ESTADO NO PUEDE LLEVAR A CABO SUS METAS
PORQUE
NO HAY DINERO ES COMO DECIR QUE UN INGENIERO NO
PUEDE
CONSTRUIR CARRETERAS PORQUE NO HAY KILOMETROS”
EZRA
POUND
Vivimos inmersos en una burbuja - en la cual nos han ejercitado - desde lo económico y sobre todo lo
periodístico, que nos evita visualizar y comprender quizás el problema de fondo
de todos los males desde el punto de vista temporal.
Dejaré de lado lo trascendente, lo cuál es impropio no tenerlo en cuenta,
para ocuparme en grandes rasgos de las consecuencias de los endeudamientos y el
manejo inconsistente de la moneda que desde hace medio siglo nos vienen
asolando como a todos los países del mundo.
Es indudable que todos los gobiernos, desde entonces, han incrementado
la deuda externa de la
Argentina.
Al mismo tiempo las autoridades han hecho caso omiso al pedido de
Alejandro Olmos y otros patriotas que exigían al Congreso investigar la deuda
externa por espuria e ilegítima.
No solo no se hizo nada sino que se puso como tribunales de litigio los de
Estados Unidos, hecho que se repite en estos tiempos.
El incremento de la deuda pública desde 1976 es fenomenal y afecta el
buen vivir de los ciudadanos como veremos luego.
Evitaré un detalle pormenorizado de la evolución de la deuda externa por
lo tedioso del mismo.
Yendo a la situación actual y su incidencia en la vida diaria de los
argentinos realizaré un análisis aproximado de las consecuencias de este
endeudamiento perenne en la vida de los argentinos.
Para ello me ocuparé sólo del año 2016, debiendo consignar que desde
1976 la política de endeudamiento ha sido constante y perpetua.
Como lo afirma Héctor Giuliano la Argentina no paga un centavo de capital por
amortización de su deuda sino que renueva o refinancia la totalidad de sus
vencimientos de principal o capital y además toma deuda adicional.
Tal procedimiento se inscribe institucionalmente en un sistema de deuda
perpetua ya que las obligaciones que le caen al Estado tienen que ser refinanciadas
por falta de capacidad de repago.
Para el presupuesto de 2017 los vencimientos de capital suman 58.200 MD
y se prevé la colocación de nueva deuda por 96.400 MD, por lo que se autoriza
el aumento de la deuda externa por 38.200
MD.
En lo que hace al quid de la cuestión es interesante hacer el siguiente
análisis.
El problema de la deuda ha sido tratado con desidia desde su origen, sin
que jamás se investigase la diferencia entre: la deuda externa legítima y la
deuda externa ilegítima.
Vaya a saber cuáles son los intereses que evitan un análisis serio sobre
este mal que afecta a todos los argentinos, en beneficio del imperialismo
internacional de la usura.
Si bien existen diferencias sustanciales al desagregar el endeudamiento
global y su incidencia sobre los residentes de la ciudad de Gualeguaychú, es
una dato a tener en cuenta.
Si los intereses de la deuda externa al 2016 se computan por habitante y
a su vez sobre los habitantes de la ciudad, observamos que representarían el 21,5
% del producto bruto interno. Este es un dato ilustrativo pues hay ciudades que
reciben una incidencia diferente.
Si el gasto público nacional se considera con la misma metodología del
punto anterior, tenemos que la
incidencia del mismo sobre el producto bruto interno de la ciudad es del
85,4 %
La relación entre el pago de intereses y el gasto público específico de
los residentes de la ciudad es del 67,1 %.
Los intereses de la deuda externa sobre el salario son del 69,7 % y los
mismos intereses sobre el ingreso son 138,6 %.
Estos son algunos datos que se han seleccionado pero hay muchos más que
se pueden tener en cuenta.
Esto va acompañado a una desproporcionada distribución del producto
bruto interno.
La retribución al trabajo solo está representada por un 30,9 %. En el
año 1971 la retribución al trabajo era del 58,3 %. Su caída ha sido del 47,0 %.
Esta última caída en 45 años se debe esencialmente a dos factores
encadenados entre sí: el incremento de la
deuda con el aumento de sus intereses y la globalización con la concentración en pocas empresas
multinacionales en desmedro del comercio, la industria y los servicios locales.
Y regionales.
En el mismo período la retribución al empresario – grandes empresas -
pasó del 7,5 % al 23,9 % con un incremento del 218,7 %; y la retribución capital
– interés bancario y otros – del 10,5 % al 23,1 % con un incremento del 120,0 %.
Dos hechos se aúnan para que esta incomprensible realidad castigue año a
año las posibilidades de buen vivir de las familias.
Todo devenir comunitario constituye una unidad como lo es el cuerpo
humano. Un pequeño malestar en una de las partes afecta al todo en su conjunto.
De nada sirve subsanar una parte del conjunto en forma individual si la
estructura en su totalidad exhibe un desajuste notorio.
Lo grave es que esta problemática se eterniza oculta, como si la
solución fuese cubierta con un velo imposible de extirpar.
Muchos más datos avalan esta postura.
Desde el año 1971 los trabajadores en relación de dependencia aumentaron
un 3,0 %.
Para corroborar lo dicho anteriormente, observamos el cambio profundo
sufrido desde 1991 en algunas variables esenciales.
La extracción constituye lo que sale de la comunidad del producto
bruto interno propio de empresas extra comunitarias que llevan a otro lado,
dentro o fuera del país, de lo que le corresponde como retribución.
El ingreso interno es lo que
permanece en el circuito económico de la comunidad, facilitando el flujo
monetario tal necesario para la producción y el consumo.
El permanece es lo que de ese
ingreso interno es absorbido por empresas comunitarias, facilitando el normal
desarrollo de las actividades.
El se extrae es lo que es
succionado del ingreso interno por empresas foráneas a la comunidad que afectan
el flujo dinerario normal de la misma, a través de su participación en el
comercio y los servicios.
El ingreso externo es el aporte que hace el Estado a través de planes, ayuda social y otros que coadyuvan a paliar, en síntesis - la masa dineraria que se extrae a la comunidad.
Como decíamos anteriormente, dos acontecimientos son los que merecen un
análisis serio y exhaustivo en la comunidad y en la Argentina.
Lo de la deuda externa es uno como decíamos anteriormente.
El otro componente es la imperiosa necesidad de encontrar un paliativo
para este ocultismo perverso que es sostenido por economistas de toda índole
que es el manejo del dinero por el imperialismo internacional de la usura a
través de lo que se conoce como las reservas fraccionarias.
Es evidente que existe un azote permanente y constante sobre la
humanidad que muchas veces se expresa a través de la inflación, los ciclos
económicos, depresión y crecimiento y tantas otras variables que llevan al
hombre común, estudiantes y profesionales a elaborar infinitas elucubraciones
siempre acotadas por la misma matriz.
Así, como las guerras, provocan masacres interminables para muchos,
también representan ingresos exultantes para quienes las provocan y las
sufragan.
Muchos se rasgan las vestiduras encontrando soluciones quiméricas,
rayando con lo demagógico, pero nadie se atreve a incursionar en los vericuetos
de los orígenes de este mal.
A los pobres se los sustenta, cuando es así, de una manera efímera, pero
jamás se tocan las causas de la pobreza.
Sin ir muy lejos, el llamado padre de la Economía –Adam Smith –
simple empleado de tercera línea de la Compañía de Indias Orientales, como su cara
opuesta – aparente -, Carlos Marx, empleado de la dinastía Rothschild, se
encontraron en un mismo eje medular: jamás atacaron las finanzas.
El primero, ideó, a pedido de su jefe Mr. Silburne, la teoría de las
ventajas comparativas, por lo cuál ellos – Inglaterra - elaboraban las materias primas, y las
colonias solo las producían. Este antecedente del ecologismo actual, -
promovido por la Reina
de Inglaterra a través de Schellnhuber -apoyado por Laudato Si, se inspiraba en
la consolidación de un orden mundial hegemónico de dominación.
Marx, promovía la lucha de clases entre el patrón y el obrero, pero
jamás osó hablar de la causa de los males, la moneda, pues los financistas eran
quienes lo promovían.
Ante estos antecedentes, es indudable que el concepto de inflación que
se impone es el propuesto por el imperialismo internacional de la usura.
¿Qué pasa en el mundo?
Siguiendo a Louis Even podemos compartir:
¿Funciona mal la
producción? ¿No es ya capaz el labrador de producir las cosechas necesarias?
¿El fabricante de
los vestidos, de zapatos, el que fabrica instrumentos y objetos de todas
clases, no sabe ya trabajar?
¿Los distintos
servicios, los médicos, los profesores, etc., han olvidado atender a la
humanidad?
O bien ¿no será el
dinero quien mal anda?
Un ser tiene mala
conducta cuando no cumple su función. No se puede decir que el labrador, el
obrero, el transporte, el profesional no saben, o no quieren cumplir con sus
deberes. Sin embargo ¿qué es del dinero?
¿Cual es la función
del dinero? ¿Para qué ha sido inventado sino para facilitar la venta de la
producción? ¿Lo hace hoy? ¿O sirve sólo para castigar y frustrar a la
humanidad? ¿Qué concluimos nosotros de eso, qué...?
Si el dinero
tuviera buena conducta o fuera administrado conforme a su papel, tendríamos más
de él cuando aumentamos la producción útil. Y tendríamos menos cuando hay
disminución de ella.
Ahora bien ¿Qué es
lo que comprobamos? El dinero sirve sobre todo para la guerra, esto es, para la
destrucción de la producción y de los productores.
Y desaparece en
pleno desarrollo de la producción de bienes pedidos por todo el mundo.
El dinero es
cualquier instrumento generalmente aceptado en cambio de productos. No importa
mucho la naturaleza del instrumento sino que se lo acepta universalmente en el
país.
La moneda no puede estar al servicio del sistema financiero, sino debe
acudir a la satisfacción de las necesidades humanas.
¿Qué se necesita para restablecer el orden en el sistema monetario?
Sólo alcanza con ajustar la función del dinero según la producción del
país y según el bien común.
¿Quién puede hacerlo? Seguramente no el banquero ya que su razón es la
del provecho para su institución y su bolsillo.
Sola la sociedad por sí misma, a través de su comunidad, del gobierno,
puede solucionar el problema conforme a su propio bien.
La inflación no se puede reducir a un análisis insidioso e incoherente
sosteniendo que la causa es la emisión desmedida de moneda.
La teoría cuantitativa de la moneda, impuesta como verdad de fe, adolece
de una deficiencia básica. Confronta la cantidad de moneda con los bienes
existentes, pero sin diferenciar el destino de la moneda emitida.
Por el contrario, la teoría cualitativa de la moneda sostiene que el valor del dinero depende, en una economía monetaria,
esencialmente de cuál fue el “destino productivo” con que dicho dinero fue
insertado en la economía, antes que la relativa abundancia o escasez del mismo
respecto del cúmulo de bienes y servicios que aquel dinero - o moneda - tiene
por objeto movilizar en todo género de transacciones y en su carácter de
“intermediario de los cambios”.
El valor del dinero depende, en una economía
monetaria, esencialmente de cuál fue el “destino productivo” con que dicho
dinero fue insertado en la economía, antes que la relativa abundancia o escasez
del mismo respecto del cúmulo de bienes y servicios que aquel dinero - o moneda
- tiene por objeto movilizar en todo género de transacciones y en su carácter
de “intermediario de los cambios”.
Prof. Roberto E. Franco
No hay comentarios:
Publicar un comentario
DEJENOS SU COMENTARIO, ¡ALABADO SEA JESUCRISTO!