“El Santo Padre Francisco nombró obispo titular de Acquapendente y obispo auxiliar de la diócesis de Santiago del Estero al Pbro. Enrique Martínez Ossola, cordobés de 65 años, perteneciente al clero riojano, actualmente vicario general de la diócesis de La Rioja.
Enrique Alberto Martínez Ossola nació en Córdoba el 3 de junio de 1952. Realizó sus estudios secundarios en el seminario menor Nuestra Señora del Rosario, de la arquidiócesis de Córdoba, en Jesús María, y luego pasó al seminario mayor Nuestra Señora de Loreto, también de la arquidiócesis de Córdoba. En 1973 se trasladó a La Rioja y en 1975 continuó sus estudios eclesiásticos en el Colegio Máximo de los jesuitas, en San Miguel, provincia de Buenos Aires.
En 1975,Martínez Ossola-ya tenía 23 años y no era un “perejil-puso pies en polvorosa y abandonó el Seminario de La Rioja, por pedido-¿u orden?-de Angelelli, refugiándose en San Miguel.
Fue denunciado por falso testimonio por las defensas del Gral.Menéndez y del Vicecomodoro Estrella en el juicio de Angelelli.
Desde luego, la denuncia fue rechazada sin más trámite, como sucedió en la mayoría de los demás “juicios” contra los militares que derrotaron a la guerrilla.
Notas catapúlticas
1) Una bajeza de Bergoglio: “Con otro de sus gestos históricos, el papa Francisco aportó una prueba clave en el juicio por el asesinato del ex obispo de La Rioja Enrique Angelelli, desmintiendo la “historia oficial” que la propia Iglesia había sostenido durante décadas: entregó una carta y un informe sobre la represión de la dictadura que habían sido enviados al Vaticano por Angelelli y que muestran la violación de los Derechos Humanos cometidos en Argentina después del golpe militar, cuya existencia en el Vaticano siempre había sido negada. El viernes 4 de julio se leerá la sentencia contra los militares acusados de ser autores mediatos del crimen”.(¿Qué será eso de “autores mediatos” de un homicidio?)
La carta, que fue presentada como prueba en los alegatos del juicio, es un duro golpe a los miembros de la jerarquía católica que durante años negaron que esos documentos hubieran llegado a la Santa Sede”.
La entrega de la prueba clave no fue más que otro show bergogliano y era una carta en la que Angelelli se quejaba a monseñor Zazpe de que el Ejército “le ponía trabas a su acción pastoral”( es decir a su acción montoneril y subversiva).
La sentencia ya estaba dictada de antemano, con otros tantos testigos “truchos” como Martínez Ossola.
2) Como buen taimado, durante el gobierno militar Bergoglio jugó a dos puntas. Por un lado, hacía operaciones de escaso riesgo como la de recibir en el Colegio Máximo a personajes como Martínez Ossola y por otro, cultivaba buenas relaciones con la Armada, autorizando el nombramiento del Almirante Massera como “Profesor honoris causa” de la Universidad del Salvador, en 1981.Él mismo supervisó y corrigió el discurso de agradecimiento de Massera.¿(Pensaría que los militares se quedarían mucho más tiempo?)
3) Sobre el “asesinato” del “mártir” Angelelli-le gustaba conducir rápido y venía con unos vinillos encima- ver el esclarecedor artículo del Dr. Meneghini en http://mario-meneghini.blogspot.com.ar/2014/07/angelelli-el-crimen-que-fue-accidente.html
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