| 05 diciembre, 2019
Salvatore Matano, obispo de Rochester, en el estado de Nueva York, parece haber sido el responsable de la misteriosa suspensión de la beatificación del cardenal Fulton Sheen, a pocas semanas de la fecha prevista, informa CNA.
“No estaban de acuerdo con el hecho de que se fijara y anunciara una fecha, y pidieron que se reconsiderara”, señala a CNA James Kruse, director de Asuntos Canónicos de la Diócesis de Peoria -donde está enterrado el aspirante a los altares- y miembro de la Sheen Foundation, que lleva luchando años por la canonización del mediático arzobispo.
El obispo Matano de Rochester solicitó el retraso por la preocupación de que Sheen pudiera aparecer en el informe final de una investigación en marcha del fiscal general del estado de Nueva York sobre las diócesis bajo su jurisdicción. En septiembre, el fiscal general inició una investigación para averiguar si alguna de las ocho diócesis del estado había encubierto actos o acusaciones de abuso sexual clerical. Sheen fue obispo de Rochester entre 1966 y 1969.
Matano contactó con el nuncio apostólico después de que se hiciera pública la fecha de la beatificaciòn para expresar su aprensión de que el nombre de Sheen pudiera aparecer en un informe del fiscal general, o incluso ser acusado de no mostrar el debido interés ante las denuncias de abuso durante su mandato al frente de la diócesis.
Nos sorprende en cierta medida que esta eventualidad pueda ser causa para paralizar una beatificación ya anunciada e inminente cuando no ha tenido peso alguno, por ejemplo, en la canonización de Juan Pablo II, pese a su evidente error de juicio en el caso Maciel.
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