domingo, 5 de enero de 2020

Papa Francisco 2019: de Panamá al Sínodo Panamazónico y la Pachamama


Vatican Media
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Un vistazo al año del Santo Padre, por Edward Pentin.

(NCR)- El año 2019, sexto del pontificado de Francisco, ha resultado uno de los años más desafiantes, lleno de actividades y contactos, pero también plagado de escándalos y con crecientes muestras de descontento expresadas por una minoría preocupada por la dirección tomada por el papado.
Durante los últimos 12 meses, el papa escribió una exhortación post-sinodal a los jóvenes, anunció nuevas normas en los procedimientos de abusos sexuales y presidió el Sínodo de la Amazonía. También encontró tiempo para realizar siete viajes apostólicos, visitando Panamá con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud, Marruecos, Bulgaria, Macedonia del Norte, Rumanía, Mozambique, Madagascar, Mauricio, Tailandia y Japón. En febrero, también se convirtió en el primer papa de la era moderna en poner un pie en la península arábiga durante su visita a los Emiratos Árabes Unidos – todo en un año en que cumplía 83 años y celebraba su 50 aniversario sacerdotal.
El año del papa comenzó y terminó con el asunto de los abusos sexuales por parte de clérigos. El papa envió un mensaje a los obispos de EEUU durante su retiro del 2 al 8 de enero, retiro convocado por él mismo para tratar de reflexionar y mejorar los cauces de actuación en caso de abusos. Llamó a la colegialidad y a transitar las “sendas evangélicas”, urgiendo a los obispos a ganarse la confianza mediante “un servicio sincero, diario, humilde y generoso”.
El retiro fue un preámbulo de la cumbre que tuvo lugar del 21 al 24 de febrero en el Vaticano, y que versaba sobre los abusos. La cumbre reunió a 114 presidentes de conferencias episcopales para encontrar modos más efectivos de abordar la crisis. Algunos alabaron la cumbre, diciendo que era oportuna y de gran ayuda; otros la criticaron, tildándola de insuficiente.
Vos estis lux mundi
La cumbre llevó a una serie de medidas concretas: el papa, en mayo, publicó el documento Vos estis lux mundi (Vosotros sois la luz del  mundo), un nuevo conjunto de normas en las que situaba al mismo nivel el abuso de seminaristas y religiosos y el de menores y adultos vulnerables. También estableció el “modelo metropolitano” para investigar las acusaciones contra los obispos, por el cual, el obispo metropolitano, con mandato de la Santa Sede, sería el encargado de investigar al obispo sufragáneo.
Otras medidas emanadas de aquellas reuniones fueron un manual para los obispos, en el que se indicaba cómo proceder en casos de abuso, “grupos de trabajo” para los obispos y, al final de este año, la abolición del secreto pontificio sobre los casos de abusos, a fin de lograr una mayor transparencia.
El papa también redactó una carta en la que animaba a los sacerdotes que sufrían por esta crisis.
Pero Francisco también se ha enfrentado a duras acusaciones personales en lo que respecta a los casos de abusos; en particular, el caso del obispo argentino Gustavo Zanchetta, que pidió asilo en Santa Marta, dentro de la jurisdicción vaticana para huir de la justicia argentina, la cual emitió en noviembre una orden de arresto por el abuso a dos seminaristas.
En abril, el papa publicó su exhortación post-sinodal, resultado del pasado sínodo de los jóvenes. Titulada como Christus Vivit (Cristo vive), urgía a los jóvenes a ser “valientes misioneros”, advirtiéndoles de los efectos negativos de la actividad digital y llamando la atención sobre aquellos jóvenes atrapados en “la guerra, el conflicto y la explotación”. A pesar de los intentos de grupos de presión homosexual y la inesperada aparición del concepto “sinodalidad”, el documento final no mencionaba apenas la cuestión.
El Sínodo Panamazónico
Por el contrario, el Sínodo Panamazónico de octubre fue mucho más controvertido. Todas sus proposiciones superaron la requerida mayoría de dos tercios, incluyendo las más polémicas: una proposición que pedía una posterior discusión sobre el diaconado femenino; ordenar sacerdotes a diáconos permanentes casados, condición extensible a otros sacerdotes de la región; y por último, la elaboración de un rito amazónico de la misa. La reunión, de un mes de duración, fue ciertamente bien recibida como una herramienta para centrar la atención en la lucha contra la explotación humana y ambiental, y como medio para lograr una mejor evangelización de la región, aunque suscitó ciertas sospechas sobre si el sínodo, patrocinado especialmente por los obispos alemanes, no era más que un medio para introducir esas polémicas medidas en la Iglesia universal.
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La reunión también se vio empañada por otras polémicas, incluyendo una suerte de adoración a un ídolo pagano en los Jardines Vaticanos, la Basílica de San Pedro y una iglesia cercana. El papa fue acusado de sacrilegio, algo negado por el Vaticano, y las cuatro estatuas de la Pachamama fueron robadas y arrojadas al Tíber por un joven católico austríaco.
Otra polémica fue la noticia de que algunos de los organizadores del sínodo habían recibido dinero de la fundación proabortista Ford, por lo que el evento podría resultar una especie de avanzadilla política para poner en marcha estas agendas contrarias a la doctrina católica.
El papa criticó a las “élites” católicas, a las que acusó de centrarse en cuestiones técnicas, perdiendo así la visión general. Su exhortación postsinodal se publicará a mediados de este año.
En relación con el tema de la sinodalidad, en junio el papa tomó la inusual medida de escribir una carta a los católicos alemanes, advirtiéndoles del peligro que entraña su camino sinodal en dos años. El proceso, que comenzará el 31 de enero, surge como una medida para responder a los abusos, pero podría llevar a la Iglesia alemana a un camino incompatible con el magisterio y, según algunos obispos alemanes, podría derivar en el cisma. La Conferencia Episcopal alemana ha insistido en que el proceso se hará en total unión con Roma, y tratará cuestiones que afectan a toda la Iglesia.
El cardenal Pell
La condena del cardenal Pell por abuso sexual -su apelación fue rechazada por la corte australiana en agosto y el caso ha sido derivado al Tribunal Supremo-, también ha sido un gran desafío para el papa, quien, junto a otros líderes de la Iglesia, ha permitido proceder a la justicia civil sin realizar ningún comentario. El Vaticano, por su parte, ha expresado en repetidas ocasiones su respeto por los procedimientos que está llevando a cabo la justicia australiana al tiempo que resaltaba que el cardenal siempre ha asegurado ser inocente.
En noviembre, Francisco nombró al jesuita Juan Antonio Guerrero Alves como cabeza financiera del Vaticano, cubriendo el puesto que dejó el cardenal Pell al volver a Australia para enfrentarse a los cargos de los que se le acusaba.
En octubre, respondiendo a acusaciones de malversación, la policía vaticana hizo una redada en las oficinas de la Secretaría de Estado y en una de las secretarías encargadas de luchar contra el blanqueo de dinero en el Vaticano. Cinco empleados fueron cesados de sus puestos y la investigación continúa en curso. El jefe de la policía vaticana, Domenico Giani, tras la filtración a la prensa de los nombres de los cinco empleados, presentó su renuncia.
Mientras tanto, el liderazgo del papa está en entredicho desde que, en mayo, un respetado teólogo dominico, el padre Aidan Nichols, firmara una carta abierta, firmada por numerosos académicos, en la que invitaba a los obispos a acusar al papa de herejía. Al mismo tiempo, otro respetado teólogo, el capuchino Thomas Weinandy, advertía de la profunda división que hay en la Iglesia, alertando de lo que él llamó “cisma papal interno”. Francisco también ha recibido muchas críticas por firmar el “Documento sobre la fraternidad humana” de Abu Dabi, en el que se expone que la diversidad de religiones es algo “querido por Dios”.
También tuvo que hacer frente a la contestación de diversos académicos y estudiantes por los cambios en los estatutos y en el personal del Pontificio Instituto Juan Pablo II de Roma, cambios que, según los críticos, pretendían destruir la institución.
Otras actividades
En otros actos, el papa creó 13 nuevos cardenales, muchos de los cuales provenían de las periferias y de países en vías de desarrollo. También se rodeó de líderes eclesiásticos cercanos a su visión: política migratoria libre, preocupación por el medio ambiente y el populismo, un acercamiento diplomático con el islam y simpatías por aquellos colectivos a favor de los homosexuales.
Tras años de presión por parte de los historiadores, el papa ha autorizado este año la apertura de los Archivos Secretos Vaticanos en lo que refiere al pontificado del venerable Pío XII (1939-1958). En octubre, los renombró como Archivo Apostólico Vaticano.
El 1 de diciembre, Francisco publicó una carta apostólica sobre la importancia del belén y, en septiembre, declaró el tercer domingo como “Domingo de la Palabra de Dios”, a fin de crear una mayor relación con la Sagrada Escritura y promocionar así su expansión por el mundo.
En 2019, el papa también ha recibido la visita de un buen número de afamados visitantes, entre ellos, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, por tercera vez desde 2014; la joven eco-guerrera, Greta Thunberg; y tal vez el más polémico, el jesuita pro-LGTB, el padre James Martin.
Francisco también recibió la visita ad limina de los obispos de Estados Unidos. Los obispos agradecieron al papa su atención y su generosidad, aunque también preguntaron por la fecha de publicación de la investigación sobre el caso McCarrick.
El papa no dio una fecha definitiva, aunque el cardenal Sean O’Malley, de Boston, dijo que la Santa Sede intentaría publicar los resultados de su investigación ya en el nuevo año, “o tal vez antes de Navidad”.
Publicado por Edward Pentin en National Catholic Register.
Traducción de Verbum Caro para InfoVaticana.

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