jueves, 18 de marzo de 2021

¿Se lucró el Vaticano de la película de Elton John «Rocketman»?

 

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(The Pillar¿Qué ha pasado? El lunes, la Congregación para la Doctrina de la Fe emitió una declaración en la que afirmaba que la Iglesia no puede bendecir las uniones entre personas del mismo sexo porque «no es lícito impartir una bendición a las relaciones, o parejas, incluso estables, que implican una actividad sexual fuera del matrimonio».

El cantante Elton John respondió acusando al Vaticano de hipocresía, preguntando cómo el Vaticano podía calificar de pecaminosas las uniones entre personas del mismo sexo, «y sin embargo estar encantado de lucrarse» invirtiendo millones en «Rocketman», «una película que celebra que he encontrado la felicidad gracias a mi matrimonio con David…».

¿Realmente el Vaticano invirtió «millones» en la película? Sí, y no.

La Secretaría de Estado sí invirtió decenas de millones de euros del Vaticano en un fondo de inversión que, a su vez, invirtió en varias películas de Hollywood, entre ellas «Rocketman», en la que invirtió, según se informa, un millón de euros.

Pero lo crea o no, esa película puede ser lo menos controvertido sobre dicho fondo.

El Centurion Global Fund

La Secretaría de Estado invirtió decenas de millones en el Centurion Global Fund. Se desconoce exactamente cuánto, pero el fondo maneja un total de 70 millones de euros y se ha informado de que al menos dos tercios de ese dinero procedían del Vaticano, incluido el dinero del Óbolo de san Pedro, la colecta mundial anual para apoyar el ministerio del Papa.

Según el gestor del fondo, Enrico Crasso, en diciembre de 2019, el papa Francisco ordenó liquidar el fondo tras las informaciones de los medios de comunicación sobre sus inversiones.

El fondo sí invirtió en varias películas de Hollywood, incluyendo «Rocketman» y «Men in Black International». Si bien esas inversiones pueden haber resultado rentables, el fondo en sí tiene un historial accidentado de rendimientos.

En el año en el que estuvo bajo escrutinio por primera vez, 2018, el Centurion Global Fund registró una pérdida del 4,6%.

El fondo tiene vínculos con varias instituciones financieras vinculadas a acusaciones de lavado de dinero.

Diversos informes han establecido que todas las inversiones del fondo se realizaron a través de un pequeño banco suizo en Lugano, Banca Zarattini. En 2018, los fiscales estadounidenses nombraron a ese banco en las imputaciones durante un caso de lavado de dinero de mil millones de dólares relacionado tanto con la compañía petrolera nacional venezolana PDVSA como con Nicolás Maduro. Los fondos mantenidos en el banco fueron identificados para su posible incautación.

Otros informes también han establecido que el fondo Centurion compartía una dirección registrada en Malta con su gestor de inversiones, Gamma Capital. Gamma fue fundada por Enzo Filippini, un antiguo directivo de otro banco suizo, BSI.

BSI fue la fuente de millones de euros en préstamos concedidos a la Secretaría de Estado utilizados para financiar diversas inversiones, incluida la operación inmobiliaria de Londres, y estos préstamos se mantuvieron supuestamente fuera de los libros de los inspectores financieros del Vaticano durante el tiempo en que el cardenal Pell estuvo al frente de la Secretaría de Economía.

En 2016, el BSI fue cerrado por las autoridades bancarias suizas, después de que una inspección encontrara «graves incumplimientos de los requisitos legales de diligencia debida en relación con el blanqueo de capitales y graves violaciones de los principios de gestión adecuada del riesgo y organización apropiada.»

En 2019, la oficina de prensa de la Santa Sede confirmó que el fondo Centurion Global estaba siendo investigado por las autoridades financieras del Vaticano que seguían «líneas de investigación que pueden ayudar a aclarar la posición de la Santa Sede con respecto a los fondos mencionados y cualquier otro, están siendo examinadas actualmente por la judicatura del Vaticano, en colaboración con las autoridades competentes.»

Enrico Crasso

En el documento de presentación del Centurion Global Fund figura una empresa llamada Sogenel como asesora de inversiones del fondo. Sogenel es la empresa de Enrico Crasso, el antiguo banquero del Credit Suisse que durante años actuó como asesor financiero de la Secretaría de Estado.

Fue Crasso quien presentó al Vaticano a Raffaele Mincione, el empresario que llegó a venderles el edificio de Londres, y a Gianluigi Tozi, que actuó como intermediario en la venta final y que posteriormente fue detenido por blanqueo de dinero y extorsión.

Crasso estaba presente en una reunión con Torzi en un hotel romano en 2018, durante la fase final de la venta del edificio londinense, momento en el que Torzi habría extorsionado al Vaticano para conseguir el control de la sociedad de cartera propietaria del edificio.

Según una grabación de la reunión, se puede escuchar a Torzi solicitando una inversión de millones de euros de fondos del Vaticano en un bono que tenía que vender para cumplir con un acuerdo legal con una compañía de seguros italiana.

En octubre de 2020, un tribunal suizo concedió a los investigadores del Vaticano pleno acceso a la documentación bancaria relacionada con Crasso, incluida la que obra en poder de Az Swiss & Partners, propietaria de la empresa de Crasso, Sogenel, que gestionaba el fondo Centurión.

El tribunal dictaminó que «cuando las autoridades extranjeras solicitan información para reconstruir los flujos de activos delictivos, generalmente se considera que necesitan la totalidad de la documentación relativa, a fin de aclarar qué personas o entidades jurídicas están implicadas.»

Crasso ha defendido su gestión de las inversiones del Vaticano, insistiendo en que Centurion fue una empresa rentable. Hizo declaraciones públicas al respecto junto con el cardenal Angelo Becciu, cuando éste era sustituto en la Secretaría de Estado hasta junio de 2018 y tenía la supervisión de los asuntos financieros del departamento.

El Papa Francisco ordenó a Becciu que renunciara a su cargo como prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, y a sus derechos como cardenal, en septiembre del año pasado, después de que el Papa recibiera un dossier con acusaciones de mala conducta financiera por parte de Becciu.

Tras su dimisión forzada, Becciu dijo que, aunque había autorizado las inversiones gestionadas por Crasso, desconocía los detalles y «no es que [Crasso] me explicara las ramificaciones de todas esas inversiones».

Crasso respondió que «Centurión era conocido en la Secretaría [de Estado]» y que Becciu y otros funcionarios «sabían muy bien» qué inversiones se hacían. Crasso también dijo que los funcionarios de la secretaría a veces le sugerían inversiones específicas.

En diciembre de 2020, el Papa despojó a la Secretaría de Estado de su cartera financiera y ordenó al departamento que entregara el control de todas las cuentas bancarias e inversiones a la APSA. La ley emitida por el Papa que introducía este cambio contenía una mención específica a varias prácticas financieras vinculadas a los recientes escándalos.

Publicado en The Pillar.

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