sábado, 13 de marzo de 2021

Xi Jinping desafía a Occidente


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(AsiaNews) – Autosuficiencia tecnológica; fortalecimiento del ejército y de la diplomacia; y represión de la disidencia: éstas son las armas de Xi Jinping para combatir las amenazas que se ciernen sobre China, tanto internas como externas. El presidente chino quiere lograr un «crecimiento de alta calidad» en una situación internacional de «incertidumbre». Pretende desplegar todas las herramientas necesarias para resistir a lo que considera una injerencia de Estados Unidos y otros países occidentales. Preparar el campo para mantener a Xi en el poder hasta 2032 e incluso más allá. Análisis del periodista y politólogo Willy Lam. Publicado por gentileza de la Jamestown Foundation (traducido al español por AsiaNews).

Introducción

El presidente Xi Jinping impulsa la capacidad de China para desafiar las amenazas extranjeras promoviendo la autosuficiencia tecnológica y restringiendo las libertades que anteriormente concediera a Hong Kong. A principios de marzo se acordaron los planes para las principales iniciativas domésticas y diplomáticas hasta el año 2035, durante las sesiones anuales del poder legislativo chino, la Asamblea Nacional del Pueblo (ANP), y de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPC), un alto órgano consultivo.

China fue el único gran país del mundo que logró un crecimiento positivo el año pasado durante la pandemia. Sacando provecho de ello, el Partido Comunista Chino (PCC) alimenta el fuego del nacionalismo. Por otro lado, lanzando mensajes optimistas sobre cuestiones económicas y de política exterior, otorga mayor autoridad a Xi, quien a su vez se desempeña como secretario general del PCC y presidente de la Comisión Militar Central (CMC).

El 5 de marzo, en su informe anual sobre la labor del gobierno ante la ANP, el primer ministro Li Keqiang dio muestras de su confianza en el futuro de la economía china al establecer como punto de referencia un crecimiento mínimo del 6% en el Producto Interno Bruto (PIB) de este año. Li también se comprometió a crear 11 millones de  puestos de trabajo en las ciudades, reduciendo la tasa de desempleo urbano al 5,5%. Y a pesar de que la expansión económica china ahora se basa fundamentalmente en las inversiones del Estado, Li indicó que el déficit presupuestario este año se reduciría: del 3,6 por ciento del PIB en 2020, pasaría al 3,2 por ciento este año.

Li también dio a conocer el «XIV Plan Quinquenal (2021-2025) y los objetivos a largo plazo hasta el 2035». Para el año 2035, China espera duplicar su PIB del 2020. Esto requeriría una tasa de crecimiento anual del PIB de entre un 4,7% y un 5% durante los próximos 15 años. Se espera que la economía, que se recupera de la pandemia a un ritmo relativamente veloz, siga un camino de «desarrollo impulsado por la innovación, para acelerar la realización de un sistema de producción moderno» (Gov.cn, 5 de marzo). Li, que es el número 2 en la jerarquía del PCC, atribuyó los logros de China a la estricta observancia del «Pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con características chinas para una nueva era» (China News Service, 5 de marzo; Global Times, 5 de marzo).

Procurar la autosuficiencia tecnológica

Uno de los principales objetivos del Plan Quinquenal es lo que el presidente Xi denomina el «crecimiento de alta calidad», que prioriza la autosuficiencia tecnológica «en medio de una situación de incertidumbre internacional». Los dirigentes chinos todavía se resienten de las decisiones tomadas tanto por la anterior como por la actual administración estadounidense, de restringir drásticamente la capacidad de las empresas tecnológicas chinas de adquirir componentes básicos, como microchips, de los Estados Unidos y sus aliados. Recientemente, la administración de Joseph Biden creó una nueva iniciativa para establecer una estrategia común de la cadena de suministro con los aliados -incluidos los principales países de la UE, Japón, Taiwán, India y Australia- con la intención de frenar el avance de la tecnología china (Asia Nikkei, 24 de febrero).

Se prevé que el gasto de China en investigación y desarrollo científico crecerá a un ritmo del 7% anual. «La investigación es el manantial de donde surge la innovación científica y tecnológica», dijo Li en su discurso en la ANP. «Por ello, garantizaremos el funcionamiento estable de los mecanismos de financiación de la investigación e impulsaremos el gasto en este ámbito, mediante una suma considerable». «Potenciaremos la capacidad de las empresas para realizar innovaciones tecnológicas, daremos rienda suelta a la creatividad del talento y mejoraremos los sistemas y mecanismos para realizar innovaciones científicas y tecnológicas», añadió el primer ministro. El alto miembro de la CCPP y ex ministro de Industria y Tecnología de la Información, Miao Wei, desarrolló el contexto, señalando que China necesita 30 años para convertirse en un «país industrializado fuerte». Miao dijo que, aunque la base manufacturera de China es enorme, está atrasada con respecto a los países avanzados en áreas como «la capacidad y los estándares de innovación, así como en la calidad de los productos» (China News Service, 7 de marzo).

Según el borrador del XIV Plan Quinquenal, siete áreas tecnológicas – inteligencia artificial,  computación cuántica, circuitos integrados, neurociencias, biotecnología, atención sanitaria y exploración profunda de la tierra, el mar, el espacio y los polos – tendrán prioridad en la financiación de la investigación y el desarrollo. Li y otros altos dirigentes han reiterado que la autosuficiencia tecnológica es el núcleo de la estrategia de China para «desarrollar nuevas ventajas» ante la creciente hostilidad y las presiones para desvincularse de los principales países occidentales (SCMP, 6 de marzo; HK01.com, 5 de marzo). Los avances en muchas de las áreas mencionadas, desde la inteligencia artificial (IA) y los circuitos integrados hasta la exploración espacial, también tendrán consecuencias de envergadura para la modernización militar (Sohu.com, 31 de diciembre de 2019).

Política exterior y militar

Tal como sucedió en años anteriores, la ANP se centró en temas vinculados al desarrollo económico y social en el ámbito interno. Sin embargo, las preocupaciones económicas y en materia de Política exterior y Defensa se han entrelazado cada vez más bajo el mandato de Xi. En su discurso, Li dijo que China estaba ansiosa por mejorar la cooperación económica multilateral, bilateral y regional con otras naciones, y que continuaría defendiendo el régimen de comercio internacional multilateral. «China está dispuesta a trabajar con otros países para lograr beneficios mutuos, basándose en una mayor apertura recíproca», dijo Li, sin hacer referencia explícita a los Estados Unidos.

Sin embargo, otros altos cargos subrayaron que China no temía enfrentarse a Estados Unidos o a una coalición liderada por ese país. En una rueda de prensa patrocinada por la ANP, el ministro de Relaciones Exteriores Wang Yi dijo que Beijing se ceñirá al «Pensamiento de Xi Jinping en materia de Relaciones Exteriores» al tratar con países rivales. Wang, que también es Consejero de Estado, advirtió a Estados Unidos que se abstuviera de intervenir en las políticas de Beijing sobre Hong Kong, Xinjiang y Taiwán, y criticó a Washington por «interferir deliberadamente en los asuntos internos de otros países en nombre de la democracia y los derechos humanos». Las políticas estadounidenses, añadió Wang, son las responsables de «crear muchos problemas en el mundo y, en algunos casos, turbulencias y conflictos» (Xinhua, 7 de marzo; Straits Times, 7 de marzo).

El primer ministro Li adoptó una postura agresiva respecto a la necesidad de que el Ejército Popular de Liberación (EPL) busque «nuevos e importantes logros». Se proyecta que el presupuesto del EPL para este año rondará los 1,36 billones de yuanes (206.160 millones de dólares), lo que representa un incremento del 6,8 por ciento respecto al año pasado. Aunque esta cifra es sólo ligeramente superior al aumento similar del 6,6 por ciento en 2020, es bien sabido que el presupuesto publicado no cubre los costes de desarrollo de nuevas armas (Deutsche Welle Chinese, 5 de marzo).

Li subrayó que la construcción de las fuerzas armadas debe seguir el «Pensamiento de Xi Jinping sobre el fortalecimiento del ejército». Así mismo, señaló que el ejército en el nuevo siglo debe atenerse a un «sistema de responsabilidad del presidente de la CMC», Li subrayó el imperativo de «construir el ejército a través del [énfasis] en la política, y fortalecer las fuerzas a través de la reforma, la tecnología y los talentos». «Debemos reforzar exhaustivamente el entrenamiento y la preparación para la guerra», añadió Li.  «Debemos coordinar la capacidad estratégica para [manejar] los riesgos para la seguridad [nacional] en todas las direcciones y en todos los ámbitos» (China News Service, 5 de marzo). En realidad, Li estaba repitiendo los recientes temas de discusión de Xi. Por ejemplo, en un discurso a los miembros de las fuerzas armadas en el mes de enero, el presidente de la CMC indicó que el EPL debe «impulsar su capacidad para luchar y ganar guerras» (Xinhua, 4 de enero).

Nuevas políticas duras hacia Hong Kong

Las sesiones de la APN y de la CCPPN también mostraron una postura desafiante ante las crecientes críticas de los países occidentales por las violaciones de los derechos humanos cometidas por Beijing en Xinjiang y en Hong Kong. Entre los aspectos que más se destacaron durante la ANP, figura la introducción de un nuevo sistema electoral para elegir al Jefe del Ejecutivo y a los miembros del Parlamento de la ciudad (LegCo). Se alega que los cambios se deben a instrucciones anteriores de Xi, en el sentido de que sólo los «patriotas» de buena fe pueden gestionar los poderes ejecutivo, legislativo y judicial de Hong Kong. Como resultado, el «Proyecto para revisar el sistema electoral de Hong Kong», presentado en el primer día de la ANP, señalaba que debían abordarse las «lagunas y deficiencias existentes» para evitar que «elementos antichinos y desestabilizadores» -que a menudo actúan en connivencia con Occidente- obtengan puestos en los órganos de poder de Hong Kong (Global Times, 5 de marzo; Hong Kong Free Press, 5 de marzo).

Tomemos como ejemplo el Colegio Electoral de Hong Kong, que elige al jefe del Ejecutivo, que luego es nombrado por el gobierno central. El Colegio Electoral de 1.200 miembros hasta ahora solía incluir un pequeño porcentaje de Concejales de Distrito, la mayoría de los cuales eran elegidos directamente por sufragio universal. Los políticos pro-democráticos dominaron abrumadoramente la última ronda de elecciones directas para los Concejales distritales, en el 2019. A partir de ahora, los 117 escaños del Colegio Electoral anteriormente reservados para los Concejales serán desechados y quedarán en manos de los miembros de la CCPPC, elegidos a dedo por Beijing. El Colegio Electoral también se ampliará a 1.500 escaños, con el objetivo de que un mayor número de «patriotas» -incluidos los habitantes de la China continental que emigraron a Hong Kong después de 1997- tengan la oportunidad de elegir a quien ocupe el cargo de líder del Ejecutivo. Como señaló el vicepresidente de la ANP, Wang Chen, el sistema electoral de Hong Kong debe «reflejar plenamente los principios y criterios políticos de los hongkoneses que administran Hong Kong, con los patriotas como cuerpo principal» (Xinhua, 5 de marzo; NPC.gov.cn, 5 de marzo).

El número de miembros del Parlamento ciudadano (LegCO) se ampliará, de 70 a 90. Sin embargo, se reducirá la proporción de legisladores elegidos de forma directa (por los votantes) en base a «circunscripciones geográficas».

Se concederán más escaños a los miembros del ANP y de la CCPP con sede en Hong Kong, así como a los representantes de organismos empresariales y profesionales favorecidos por el PCC.

Al menos un tercio de los escaños del LegCo será designado por el Colegio Electoral, que luego elegirá al líder del Ejecutivo. Igualmente importante es el hecho de que el Colegio Electoral también funcionará como una organización de control para garantizar que los políticos y activistas que quieran presentarse a los puestos del LegCo sean ciudadanos «patrióticos», que deben profesar lealtad al gobierno central y al de Hong Kong para ser habilitados para el cargo (Ming Pao, 6 de marzo; SCMP, 6 de marzo).

Rápidamente se hicieron sentir las reacciones de condena de los países occidentales ante el aparente intento de Beijing de socavar la fórmula de «un país, dos sistemas» en la administración de Hong Kong. El vocero del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Ned Price, dijo que la medida era «un ataque directo a la autonomía de Hong Kong, a las libertades de Hong Kong y a los procesos democráticos». Price añadió que Washington estaba trabajando con los aliados «exhortando a la acción colectiva» contra las presuntas violaciones de los derechos humanos perpetradas por China en Xinjiang y contra la «represión» en Hong Kong. Las autoridades del Reino Unido y de la UE hicieron declaraciones similares (Takungpao.com, 7 de marzo; Rthk.hk, 6 de marzo). Lord Chris Patten, el último gobernador británico de Hong Kong, dijo que el PCC había «dado el mayor paso hasta ahora para arrasar con las libertades y las aspiraciones de Hong Kong a lograr una mayor democracia bajo el imperio de la ley» (Radio France International, 6 de marzo).

Conclusión: El prestigio de Xi se ha visto reforzado

En un reciente discurso al Politburó dedicado a sentar las bases para las próximas celebraciones del centenario del partido en junio, Xi dijo que «aunque debemos estar llenos de confianza, al mismo tiempo debemos ser conscientes de los peligros en medio de la estabilidad» (Ming Pao, 8 de enero). En un discurso pronunciado en enero en la Escuela Central del Partido, Xi señaló que, aunque China y el mundo se enfrentan a tiempos turbulentos, «el tiempo y el empuje están de nuestro lado». «Las oportunidades y los retos son de una magnitud sin precedentes, pero en general las oportunidades son mayores que los retos», añadió (Xinhua, 11 de enero). El informe de Li ante la ANP ha reflejado plenamente las prioridades de Xi, en particular su llamamiento a todos los chinos para que trabajen con dedicación y patriotismo para hacer frente a los desafíos de Occidente.

Aunque las sesiones anuales de la ANP y la CCPPC suelen estar dominadas por líderes como el primer ministro y los presidentes de la Legislatura y de la conferencia consultiva – Li Keqiang, Li Zhanshu y Wang Yang, respectivamente – es evidente que el líder supremo Xi ha trazado los nuevos rumbos que habrá de tomar el país hasta el 2035. En los informes presentados en las dos sesiones, así como en los debates publicitados entre los delegados de la ANP y la CCPP, las instrucciones de Xi sobre diversas cuestiones vitales se presentan como una valiosa guía para el partido, el gobierno y el ejército.

Los medios de comunicación se esfuerzan por elogiar el «Pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con características chinas para una nueva era». Al secretario general del PCC se le atribuye la elaboración del «Pensamiento Xi Jinping sobre la Economía», el «Pensamiento Xi Jinping sobre Asuntos Exteriores», el «Pensamiento Xi Jinping sobre el Fortalecimiento del Ejército» e incluso más, sobre temas como la construcción del partido, la construcción social y la civilización ecológica (Ming Pao, 18 de noviembre de 2020).

Dada la suposición, cada vez más respaldada, de que Xi, de 68 años, quiere seguir ejerciendo su cargo más allá de los diez años habituales, la ANP y la CCPPC de este año han sentado una sólida base para que el presidente chino conserve el poder hasta el 22º Congreso del Partido en 2032 e incluso más allá.

Publicado por The Jamestown FoundationTraducido al español por Asian News.

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