Seguimos con la matraca de las uniones homosexuales, o como se quieran llamar. Otra nota aclarando la cosa que se añade a una serie de notas y documentos en los que todo está muy claro para el que lo quiera ver. Es ganas de marear la perdiz. Los hay contentos, sobre todo porque esta nota viene aprobada por el Papa Francisco y rompe una vez más el mito de que Francisco es bueno, pero queda una curia integrista que sigue imponiendo sus carcosidades contrarias al ‘espíritu del concilio’. Una nota de estas, y con lo que está cayendo, como la de las misas en San Pedro, tiene la firma y el sello directo del Papa Francisco, no hay mucho más que decir: «Las uniones homosexuales no pueden ser «legítimamente objeto de una bendición en la Iglesia , ya que estos elementos se encuentran al servicio de una unión no ordenada al designio del Creador». Es la respuesta de Ladaria, a través de un «responsum» a un «dubium» sobre la bendición de las uniones homosexuales, explicó que es «ilegítimo», porque la acción no recuerda «la verdad del rito litúrgico y lo que corresponde profundamente a la esencia de los sacramentales, según los entiende la Iglesia».
Y pasamos el ámbito de los decepcionados. Elton John, entre otros muchos, arremete contra el Vaticano, culpable de haber llamado «pecadores» a personas homosexuales que se casan: «¿Cómo puede el Vaticano negarse a bendecir los matrimonios entre homosexuales porque ‘son pecadores’, cuando ya felizmente ha obtenido ganancias?, ¿Invertir millones, de mi película ‘Rocketman’, que celebra mi felicidad encontrada tras mi boda con David? ”. Es una pregunta que todos nos hacemos y tememos que este ‘dubium’ quedará sin ‘responsum’ , como todos los que afectan a las peculiares finanzas del Vaticano, seguirá en el rebuscado océano de la confusión. Elton John, como otros muchos, intenta evitar, hasta donde puede, el mezclar al Papa Francisco con la nota de Ladaria y hablan del ‘Vaticano’ como si el Papa Francisco no tuviera nada que ver. Desde el famoso: «¿Quién soy yo para juzgar?» ha llovido mucho, no ha cambiado nada y el mito del ‘papa arcoiris’ se da difuminado. Todos recordamos el caso Evgeny Afineevsky, la primera vez que un Papa apoya públicamente la concesión de derechos ‘cuasi matrimoniales’ a las personas homosexuales y la polvareda mundial que causó la intervención del Papa Francisco. Una cosa es Francisco cuando se pone campechano, o porteño, en modalidad bien queda, y otra cuando se enfrenta a poner la firma pontificia en un documento. Son dos franciscos que deberían ponerse de acuerdo, al menos intentarlo en lo fundamental, tantas veces vemos que no lo están. La teoría de los dos papas puede ir por otro lado y podemos tener a dos en una sola carne.
El amigo y reconocido portavoz del Papa Francisco Eugenio Scalfari entra a matar, lo que todos pensamos lo expresa con una claridad meridiana: «El pontificado de Francisco marca un punto sin retorno en el diálogo entre religiones. Es la premisa de que todas las confesiones converjan en un viaje unitario». El título: ‘la nueva religión universal’, es el viejo sueño de los masones de ‘superar’ el cristianismo. En eso estamos y en esta clave se entienden tantas cosas. Empezamos el octavo año de pontificado y todo el pescado está vendido , no necesitamos ningún «responsum» a ningún «dubium» de Ladaira. Es lo que quieren las Naciones Unidas, organización más religiosa que política, con su credo manifestado en la agenda 2030 que el Papa Francisco abraza con dedicación y cuyos principios vemos en tantos hechos y dichos de la actual administración del Vaticano. Cuando se recuerda el esplendor de la verdad, tan claro para quien la quiera ver, todo salta. Esperamos que por lo menos nos den la opción de poder seguir siendo católicos o pasarnos, el que lo desee, a la nueva religión universal; nos tememos que este no es el plan y que pretenden conducir al ovejuno pueblo de Dios por veredas oscuras, reseteos y nuevos órdenes.
Korazym nos ofrece el resumen documental de cómo está la guerra de las misas en San Pedro: «Además de irracional, la nota semiclandestina, tanto que se pensaba en una broma, tiene todas las posibilidades de ser ilegítima. ¡Pero qué importa! Si el Pontífice lo desea, ¿qué importancia pueden tener las leyes?». El sustituto que emana esta nota, el amigo Edgar, es solo un fiel ejecutor de órdenes superiores, Becciu lo era, Edgar lo es. El documento se envía como una nota interna, por lo que es práctica del sustituto colocar solo una abreviatura, carece del número de registro, para que no pueda ser rastreado oficialmente. El sustituto cumplió con lo ordenado por el Papa y lo hizo con la discreción requerida. Recomendamos la declaración del cardenal Raymond Leo Burke ofrecida por Infovaticana.
También Korazym nos ofrece un interesante artículo sobre la supuesta «revolución» del Papa Francisco en el derecho matrimonial. Las «novedades» se centran en el juicio breve sobre la nulidad del matrimonio, las aperturas a uniones civiles y el nuevo papel de los obispos, sin saber muy bien qué papel. Estamos ante un Papa Francisco ‘revolucionario’ que quiere romper con la visión del matrimonio del pasado. Vivimos un mundo apasionado por los titulares tan grandilocuentes como engañosos, especialmente cuando se trata de asuntos que suponen conocimientos específicos, así se une en la misma reforma «proteger el vínculo sagrado» y «abrir a las uniones civiles». Para los interesados, se recopilan todas las intervenciones del Papa Francisco en este sentido.
Al Padre Martin SJ, se le ha quedado cara mucho más de ‘responsum’ que de ‘dubium’; los alemanes siguen a lo suyo y ya encontrarán la forma de encajar el ‘responsum’ en el ‘espíritu del concilio’, estos se encuentran mucho más a gusto en el ‘dubium’.
«Mira, has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor».
Buena lectura.
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