martes, 16 de marzo de 2021

El Vaticano sin Misas y con bailes, España y sus Filipinas, los límites del Papa Francisco, la galería de Tosatti, las armas de la monja.


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Empezamos dando  gracias a las amables referencias a nuestra Specola de Paco Pepe, gracias por leernos todos los días, y a Carlos Esteban. Siempre cercanos a pesar de las distancias. Y vamos a las noticias de hoy. El Papa Francisco celebró la Misa con la comunidad filipina en la Basílica de San Pedro con motivo de los 500 años de la evangelización de Filipinas. No hemos visto ninguna referencia a quién, cuándo , cómo realizó la evangelización. Escuchando al Papa Francisco terminamos con la impresión de que el evangelio cayó del cielo, el solito, y que los buenos filipinos, que se llaman así por Felipe II, lo recibieron por ciencia infusa. Una danza-procesión inauguró la misa en el altar móvil de la cátedra, el de la confesión sigue sin culto desde hace un año, en medio del ondear de pañuelos blancos.  Durante la procesión- baile, un joven y una mujer llevaron la cruz de Magallanes, menos mal, presente en la pascual de 1521 en que se celebró la primera misa en Limasawa, y una imagen del Santo Niño, que sigue luciendo, quien sabe por qué, rarezas de los filipinos, los colores de la bandera española. Seis chicas con vestidos blancos y dorados bailan,  los fieles, pocos por el virus, participan agitando sus pañuelos, el Papa Francisco no danzó, ni agitó el pañuelo, a Teagle se le iban las pies.

El tiempo del Papa Francisco se está terminado y los francisquisas, los predicadores de primaveras y revoluciones, siguen sin ver lo que esperaban.  Spadaro, S.I, vuelve a explicarnos, que cortos somos que no entendemos al Papa Francisco, que «no hará las reformas, por lo tanto no las implementará». Nos confirma que estamos ante una operación de marketing, dirigida fuera de la Santa Sede, utilizando y olvidando al Pueblo de Dios al que tiene muy encabritado. Los hechos son tercos y las palabras se la lleva el viento.  Adriano Crepaldi, presidente de Action Christian Evangelical, una asociación arraigada en las 20 regiones italianas, 35 provincias, que agrupa 6.007 iglesias evangélicas, expresó su preocupación por las declaraciones del Papa Francisco: «Expresamos una gran preocupación por el concepto, comunicado por el Papa Francisco, en la entrevista que concedió al diario La Stampa. Bergoglio destaca que «el camino hacia la salvación de la humanidad pasa por el replanteamiento de un nuevo modelo de desarrollo, que sitúe la convivencia entre los pueblos en armonía con la creación como indiscutible». En cambio, la Biblia nos recuerda que solo el sacrificio de Jesús en la Cruz puede salvar al mundo y dar vida eterna. Pedimos a la Oficina de Prensa de la Santa Sede que intervenga para aclarar lo que realmente quiso decir el Pontífice». Cuanto añoramos las explicaciones de Lombardi.

A estas alturas del pontificado son evidentes los límites de un pontifex maximus, los comunicativos, su  dificultad en el diálogo y la particular aversión al enfrentamiento dialéctico. No digamos en lo que respecta a la comprensión de la ley y su aplicación. El Papa Francisco se limita a utilizar dos pesos y dos medidas, aplicando, sin hilo lógico, irracionales sanciones administrativas sin juicio y premios a casos innominables. La prensa no acaba de comprender los comportamientos contradictorios del Papa Francisco en su conducta «libre de covid»,  en Iraq o en Roma. Afronta la situación de emergencia sanitaria, sin respetar y  sin hacer respetar a quienes recibe, ni a sus colaboradores, las normas emitidas por el mismo estado que gobierna y que prevén fuertes sanciones profesionales para los trabajadores de la Santa Sede y del Estado Vaticano. La última la audiencia sin covid a los Gerentes y Jugadores del Equipo de Waterpolo de Génova.

Ya tenemos medios que hablan de la ‘guerra de Misas’  en San Pedro. La Basílica está en estos momentos llamativamente vacía. Hoy empezamos en Italia otro encierro hasta después de la pascua,  y veremos. Los empleados de la Basílica, un centenar, pasean solitarios por las amplias naves, y por si las desgracias eran pocas, las decenas de altares de la Basílica quedan sin culto, prohibido por orden del amigo Edgar. Los pocos grupos, solo grupos, pueden celebrar en las criptas, la basílica sin culto. Al altar papal, el de la confesión, el que se asienta sobre la tumba de Pedro y que da origen a la Basílica, el que cubre el cupulón, se unen ahora el de San Pio X, San Juan Pablo II , San Juan XXIII.  La Basílica es el mayor espacio de mundo dedicado al culto con 193 metros de largo, y casi 45 de altura, la cúpula 130, ocupa una superficie de 2,3 hectáreas. Altares dignos de una gran catedral como el de San Miguel, Santa Petronila, la transfiguración, con el beato Inocencio X, el del Sagrado Corazón de Jesús, la Capilla de Nuestra Señora de la columna y el altar de los santos papas ‘leones’ empezando por el magno, y muchos más, ya solo servirán para disfrute de los turistas estando prohibida, por ‘decoro y dignidad’ la celebración de la Santa Misa. Evidentemente, alguien, alguno, quién sabe, está perdiendo el oremus. Hay que leer a Burke para tener los argumentos claros y documentados.

Sigue levantando polvareda y no poca el último libro de Marco Tosatti. La mejor prueba del éxito es el silencio de los medios oficiales y de los adictos al régimen. En papel agotándose y en digital superándose. Galería neovaticana. Modernismo, vicios indecibles y corrupción en la época de Bergoglio de Edizioni Radio Spada 2021: «Con coraje y realismo no retrocedemos ante la carga de publicarlo, no rehuimos temas y argumentos que son ciertamente sangrientos y repulsivos pero que pueden brindar a nuestros lectores otro ángulo desde el que observar la Crisis doctrinal milenaria que atraviesa la estructura eclesial».  «Tosatti habla de una evidente crisis doctrinal y pastoral. A todo esto añade, trayendo documentos y argumentos, dudas sobre algunos nombramientos recientes del Vaticano. Una obra que sin duda se prestará a discusiones y comentarios de todo tipo, pero que lleva la firma autorizada de un periodista purasangre». Sus capítulos: ¿De qué «chantaje» estamos hablando?, Argentina, Amigos vergonzosos, Zanchetta,  Miles Christi, Murphy O ’Connor, Chile, McCarrick, Maradiaga, Peña Parra, Martel y Afineevsky, no tienen desperdicio. Sabemos que se está preparando la edición española en Argentina, esperemos verla pronto.

Gänswein, secretario de Benedicto XVI, nos ofrece su Via Crucis, para ayudarnos, en la Cuaresma de la segunda Semana Santa de la pandemia, a seguir el camino que llevó a Jesús al Calvario. La invitación es volver a lo esencial de la fe cristiana, huyendo de versiones endulzadas del drama humano que afronta Jesús camino de la muerte en la cruz abandonado por todos los que hasta entonces habían estado con Él.

Estos días han dado la vuelta al mundo las imágenes de una monja en Myanmar que se arrodilló ante la policía que disparaba a unos manifestantes. Su nombre es Ann Rose Nu Twang, pero estamos seguros de que no le preocupa que se conozca, sabemos que es una monja católica porque no hay monjas que no sean católicas y porque viste como tal: «me bajé y fui frente a la policía, viendo a los manifestantes que estaban en peligro. Decidí protegerlos aun a riesgo de mi vida y por eso fui a los policías y les rogué: solo golpéalos con palos, si quieres disparar, hazlo conmigo, no puedo soportar  tanta violencia». Seremos raros, pero nos sentimos orgullosos de esta monja y de sus poderosas armas, ya Santa Clara paró a los sarracenos a las puertas de su casa armada de la Eucaristía. Esta es la iglesia que nos gusta y no la que convierte los lugares consagrados el culto en rarezas para turistas.

«Si no veis signos y prodigios, no creéis».

Buena lectura.

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