martes, 13 de febrero de 2024

DIALOGO Y VERDAD II

 

 

                                                                     La investigación y la docencia son fines de la

                                                           Universidad pero subordinados al fin principal de

                                                           la misma cuál es la contemplación de la Verdad

                                                                                                              Carlos Daniel Lasa

Ahora profundicemos el estudio sobre la verdad. Como expone Carlos Lasa, cada hombre o grupo de hombres empleará su razón en conocer determinados aspectos de la realidad, excluyéndose, es obvio, la necesidad de que todos los hombres hayan de estar obligados a ocupar sus intelectos en conocer tal o cual aspecto de lo real y ser, de esta manera, médicos, abogados, sociólogos o historiadores. Todo hombre debe interrogarse acerca del principio de unidad que re-úne todas las cosas que existen.

Y es el logos, precisamente, quien tiene la misión de recoger o reunir. Es el logos el que da el sentido a todo lo que existe. 

La falta de logos nos lleva a vivir en el desasosiego por el desconocimiento de la verdad, es una forma sutil de vivir en la esclavitud y el servilismo. La falta de logos es la diversidad, el caos.    

Si el hombre no accede a la unidad, en la actividad de la que se ocupa, solo apreciará su dimensión utilitaria, sirve para, y pierde sentido todo, hasta el hombre mismo.   

 Como la verdad se revela ante el hombre, nuestra misión originaria no es su búsqueda, sino su manifestación. Por ello debemos sacarla a luz.

El segundo paso, es el pensar la verdad, lo que se expresa por la contemplación.

Pero, a su vez, ese saber originario – la verdad – es esencialmente comunitario.  De ahí deviene el quehacer académico (la teoría) que es contemplativa y es la Filosofía.

Por todo ello de la Filosofía proviene todo saber, aunque sea sobre un aspecto parcial de la realidad, debe ser instrumento de la Verdad, la Unidad.

Pero, la Verdad, la Unidad por su riqueza infinita se manifiesta y se oculta al mismo tiempo. Esto es lo que conduce a la tarea noble de la Universidad: la investigación.

La investigación debe seguir la huella, es decir la Verdad.

Educar consiste en el descubrimiento del talento. Educar no es amaestrar.

Educar no es apropiarse de la inteligencia o de la voluntad de otra persona.

Educar es entrar en el alma y en el corazón y llevar a los adolescentes y a los jóvenes por el difícil, pero al mismo tiempo sublime, camino del pensamiento.

Educar es enseñar a pensar, es hacer posible que se descubran los amores fundamentales que justifican la vida, culminar con el descubrimiento de la verdad, del bien y la belleza.

La Universidad debe enseñar. Ahora bien, para ello es imprescindible poseer el saber,

Todo ésto está en total dicotomía con la ciencia moderna y su técnica procedente; independizadas, desintegradas alejadas de su deber natural: la Unidad.

En la Unidad, sí, sólo en la Unidad, todo tiene lógica, sentido común.

Siguiendo a Lasa, la universidad enseña el saber básico, fundamental que es la filosofía, a fin de que el estudiante pueda construir su propio rompecabezas convirtiéndose en un verdadero universitario y no en un “diversitario”.

Por todo ello es extremadamente pernicioso el accionar de la dictadura de la ciencia y la técnica, apartadas de los fundamentos de la Verdad. De esta manera surge en el hombre el ansia de lo insaciable,  creciendo - siguiendo a Sáenz – extensivamente pero no intensivamente. Crece hacia adelante, pero no hacia arriba. Crece en lo superficial pero no en profundidad.

En síntesis, todo diálogo, toda búsqueda de consenso será efímero, si la huella que todo lo motiva, que todo lo mueve, no es la Verdad.

                                                                                                                             Roberto Franco

8.12.21                                                                                 

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

DEJENOS SU COMENTARIO, ¡ALABADO SEA JESUCRISTO!